Son algunos de los datos que se desvelaron este miércoles durante un encuentro informativo en la sede madrileña de AIN, en el que participaron el padre Alfonso López Quintas, fundador y presidente de honor de la fundación en España, Pilar Gutiérrez Corada, presidenta de AIN España, y Javier Menéndez Ros, director.

En la actualidad, AIN España cuenta con más de 18.000 benefactores y voluntarios y cuenta con delegaciones en Barcelona, Valencia, Toledo, Santander y Getafe.

La mayoría de las ayudas (el 43%) se destinan a la construcción de edificios de uso religioso, como iglesias, conventos y casas de sacerdotes; seguido de un 15% para estipendios para misas. La formación de sacerdotes y religiosos, la instrucción en la fe de laicos y el apoyo a medios de locomoción (desde burros y bicicletas a barcos para que los sacerdotes, misioneros y laicos puedan evangelizar por los lugares más recónditos del mundo) son otros proyectos a los que se envían los donativos.

IGLESIA ESCONDIDA Y ORIENTE

Por regiones, la gran mayoría van a parar a proyectos en África (el 29%), seguida de Asia (24%), donde la “iglesia escondida” china y la India tienen gran peso. Mientras la ayuda a Iberoamérica (16%) va en descenso, aumentan los fondos que se destinan a los cristianos perseguidos en Oriente Próximo (13%).

La fundación pontificia se instaló en España en 1965 cuando el padre Warenfriend van Straaten, director de AIN, y los Hermanos de la Merced en España, impulsaron el Centro de Ayuda a la Iglesia Perseguida. El sacerdote mercedario López Quintas se encargó de tomar las riendas del proyecto, que poco a poco fue ganando presencia en distintas diócesis.

El presidente de honor se preguntó “¿cómo es posible esa obra que empezó de manera tan humilde se haya desarrollado de una manera tan colosal en poco tiempo?”, recordando que AIN había nacido en una abadía belga tras las grandes guerras para ayudar a los sacerdotes del Este por petición expresa del Vaticano.

Pilar Gutiérrez Corada destacó que AIN está asentada en “un grupo de creyentes muy comprometidos que no permanecen impasibles ante el sufrimiento de millones de hermanos en todo el mundo”. A lo que añadió: “Estamos para servir, no para dominar”, por eso la fundación “actúa donde hay persecución por la fe” y donde el ser humano “tiene una necesidad” y “quiere seguir siendo voz de los que no la tienen”.

Javier Menéndez Ros insistió en “el triste aniversario” del ataque a Mosul por parte del “mal llamado” Estado Islámico y relató la situación por la que pasan los sirios tras más de cuatro años de “guerra fraticida” y la no menos esperanzadora de Ucrania. “Ahora se está produciendo el mayor éxodo, sólo comparable con lo que ocurrió tras la segunda Guerra Mundial”, apostilló.

Asimismo recordó que AIN “no es una ONG”, ya que sus tres pilares fundamentales son la oración, la sensibilización y la caridad por la Iglesia perseguida y necesitada. Además de impulsar campañas de ayuda y emergencia y oración y otras muchas iniciativas, la fundación publica cada dos años el Informe de Libertad Religiosa.