Así lo explicó hoy en declaraciones a los medios de comunicación el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, quien, en el marco del Comité Ejecutivo del sindicato, apuntó que estas cláusulas podrán entrar en vigor cuando el incremento salarial "pudiese poner en riesgo la estabilidad económica de las empresas".

No obstante, avanzó que las empresas que quieran acogerse a estas cláusulas de inaplicación deberán cumplir tres requisitos. Por un lado, debe estar justificada esta decisión por parte de las empresas; también deberá ser comunicada a las comisiones paritarias o mixtas, y, por último, en supuestos de conflicto entre trabajadores y empresas serán los mecanismos de resolución de conflictos quienes actúen.

Además, las empresas deberán fijar los plazos para recuperar los salarios que se han dejado de pagar por la aplicación de estas cláusulas. "La inaplicación no puede suponer al final del periodo pérdidas salariales para los trabajadores", subrayó Ferrer.

El principio de acuerdo incluye también el compromiso de las cuatro partes de negociar, durante los próximos seis meses, la reforma de la negociación colectiva, que permita que los convenios sean "más eficaces para empresas y trabajadores".

El Comité Confederal del sindicato reunido este martes deberá ratificar este acuerdo, que, en principio, será firmado por la tarde.

El principio de acuerdo fija un incremento salarial del 1% para este año, de entre el 1% y el 2% para el próximo y de entre un 1,5% y un 2,5% en 2012.

También se incluye una cláusula de revisión salarial que entrará en aplicación al final del periodo para garantizar que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.