Según informó la Policía, el arrestado obligaba a la víctima a prostituirse 12 horas al día y sin alimentarse, algo que se llevaba a cabo en el polígono de Marconi, en el distrito madrileño de Villaverde. El proxeneta había retirado a la mujer la documentación para evitar su huida, de manera que ésta sólo abandonaba su vivienda para ir al polígono.

Cuando la víctima se quedó embarazada, el detenido la obligó a continuar prestando servicios sexuales y durante su cautiverio la golpeaba para mantenerla bajo un estado de terror.

Las investigaciones se iniciaron a partir de la denuncia realizada por la afectada. La mujer manifestó a la Policía que fue engañada en su localidad natal en Rumanía por un hombre que la invitó a viajar a España con la promesa de un puesto de trabajo en la rama de la hostelería.

TRASLADADA A PORTUGAL

Una vez en Madrid, comenzó a recibir palizas para que ejerciera la prostitución, de modo que el detenido llegó a golpearla con los puños y usando la hebilla del cinturón. La mujer también relató a los agentes que también la agredía una mujer que actuaba como cómplice del proxeneta captando a clientes en el polígono y controlando a la víctima.

La mujer también relató a los investigadores que había sido obligada a seguir ejerciendo la prostitución durante su embarazo y a dar posteriormente en adopción al bebé. Después fue trasladada por la fuerza a Portugal, donde continuó siendo explotada sexualmente durante seis meses, tras lo cual logró escapar en un descuido y regresar a España.

Al volver del país vecino, presentó una denuncia, a partir de la cual los agentes iniciaron una investigación con la que se logró la localización y detención de uno de los autores.