Según informó la Policía, se han realizado cuatro registros domiciliarios en los que se ha encontrado gran cantidad de material informático con archivos de contenido pedófilo. Uno de los arrestados, para el que se ha decretado el ingreso en prisión, había ocultado varias cámaras-espía en el aseo de su casa para captar las imágenes del resto de miembros de su familia u otras personas que usaran el baño.

Además, otro de los implicados trabajaba con niños en una ONG, por lo que el juez ha dictado una prohibición para que no pueda seguir realizando actividades y trabajos con menores.

La investigación se inició con motivo de la labor de prevención que realiza la Policía en Internet para evitar los delitos relativos a la distribución de la pornografía infantil, sobre todo en lo que respecta a los archivos de fotografía y vídeo que se intercambian entre los usuarios online.

INTENSA ACTIVIDAD

De esta forma, se detectó la intensa actividad de cuatro personas -sin conexión directa entre ellas- que descargaban archivos de contenido pedófilo y los intercambiaban con otros usuarios de Internet. Los agentes pusieron en marcha un dispositivo policial encaminado a la identificación y localización de estas personas por cometer presuntamente delitos relativos a la corrupción de menores.

Los cuatro investigados seguían el mismo procedimiento, que consistía en descargar para ellos mismos y compartir luego con otros usuarios fotografías y vídeos de carácter pedófilo desde sus propios domicilios.

Las primeras gestiones realizadas por los investigadores consistieron en ubicar los puntos geográficos concretos donde se encontraban los equipos informáticos en los que se descargaban los archivos de contenido ilegal.

Una vez localizados los domicilios de los investigados, se estableció una segunda fase en la que se practicaron registros domiciliarios en los que se halló numeroso material informático que permitió la detención de estas cuatro personas y la intervención de ordenadores portátiles, tarjetas de memoria y discos duros.

Durante el registro del domicilio de uno de los investigados, los agentes descubrieron que, además de gran cantidad de material informático que éste tenía en su casa -como dos portátiles, cinco discos duros, nueve pendrives y ocho tarjetas de memoria- contaba con varias cámaras-espía en el aseo para captar las imágenes del resto de miembros de su familia u otras personas que usaran el baño.