HRW aseguró que esta "intolerancia oficial" se produce a organizaciones "disidentes" con el Gobierno y que apoyan "una amplia gama de derechos civiles".

"Uno de los puntos pendientes de Israel ha sido tener una sociedad civil vibrante y floreciente, por lo que estos acontecimientos son particularmente preocupantes", señaló Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio.

HRW reaccionó así a un informe privado que acusa a New Israel Fund (NIF) de apoyar a grupos que informaron sobre los abusos del ejército israelí en el ataque a Gaza de finales de 2008 y comienzos de 2009, y que está siendo objeto de investigación por parte de la ONU.

En este sentido, el diputado Otniel Scneller ha propuesto que se cree una comisión parlamentaria para examinar la conducta del NIF sobre "la transferencia de información falsa, exagerada y no fidedigna" a la comisión de la ONU encabezada por el juez Richard Goldstone, que recomendó la puesta en marcha de investigaciones sobre presuntos crímenes de guerra de Israel y Hamás en el ataque a Gaza.

El debate y la votación de esta comisión en el Parlamento Israelí (Knéset) están programados para esta misma semana. No obstante, HRW recordó que ya existe una subcomisión parlamentaria para examinar la financiación extranjera a organizaciones israelíes a propósito de la investigación del juez Goldstone.

HRW recalcó que el Ejecutivo israelí sugirió el año pasado a los gobiernos europeos que dejen de apoyar a grupos como "Rompiendo el Silencio" ("Breaking the Silence"), una ONG de ex militares que publicó la relación de los soldados israelíes que podrían haber cometido abusos durante el conflicto de Gaza.

"Los ataques del Gobierno contra NIF y 'Romper el silencio' no deben ser vistos de forma aislada. Son un patrón claro de los esfuerzos oficiales para reprimir las voces críticas de la política del Gobierno", indicó Whitson.

Además, HRW resaltó como "creciente hostilidad oficial" de Israel a las ONG críticas la detención de 16 activistas en Jerusalén el pasado 15 de enero, que protestaron por el asentamiento de colonos israelíes en Jerusalén oriental.

La detención de cientos de manifestantes árabes israelíes en Gaza el año pasado, una nueva política de negar los permisos de trabajo a los extranjeros que trabajan para ONG en los territorios palestinos ocupados y declaraciones de autoridades civiles que acusan a las ONG críticas de "amenazas a la seguridad nacional" también son detalles mencionados por HRW sobre la "intolerancia oficial" a las ONG.