Así lo anunció en una entrevista en Servimedia, donde destacó las condiciones precarias y peligrosas en la que los toxicómanos de Madrid van a proveerse de estupefaciente en las citadas ‘cundas’.

“Estoy dando vueltas al tema de las cundas”, reconoció. ”A lo mejor, lo mismo que tenemos agencias móviles para ayudar a los drogodependientes para que puedan utilizar las jeringuillas, hay que buscar también una cosa móvil para utilizar esto”. Según argumentó, “la represión no es la solución”.

En este sentido, según se ha informado en prensa en los últimos meses, la salida de estos 'taxis de la droga' puede observarse en Madrid en lugares como la glorieta de Embajadores, en pleno centro de la capital, desde donde a todas horas salen vehículos en dirección al poblado chabolista de Cañada Real, donde se vende la droga.

Los vecinos y comerciantes de Embajadores se han quejado del trasiego de toxicómanos durante todo el día, aunque por la tarde se incrementa la actividad. Los usuarios de las 'cundas' salen del Metro y suelen pagar unos cinco euros a los conductores para ser trasladados a la Cañada Real, viaje que dura unos 20 minutos.