En declaraciones efectuadas durante el Foro Europeo Beijing + 15 que se clausuró ayer en Cádiz, Koita instó al Parlamento europeo a promover “una investigación seria” sobre el alcance de esta práctica a nivel comunitario.

“En Europa no hay datos fiables sobre la mutilación genital femenina, pero se estima que hay cerca de 500.000 niñas en riesgo de padecerla”, apuntó.

Según la activista senegalesa, alrededor de 8.000 niñas son víctimas de la ablación al día y unos 150 millones de mujeres ya la han padecido en todo el mundo.

Además advirtió que en los países africanos se está rebajando la edad de realización y que se han registrado casos extremos en bebés de siete días.

Se trata de evitar que las niñas (con la mayor información actual) se rebelen y puedan impedirlo, afirmó Koita.

JORNADA DE CONCIENCIACIÓN

La red Europea celebrará hoy en Francia y otros países comunitarios actos reivindicativos y de sensibilización ciudadana, “a fin de concienciar a la población y recaudar fondos”.

Para la activista “hay que ir a la raíz del problema”, que no es otra que “la pobreza” y el retraso educativo, sanitario y de desarrollo social que esta conlleva.

“Por eso pedimos a todos los gobiernos europeos que nos ayuden”, aseguró Koita, que además se refirió a la necesidad “de trabajar con las organizaciones locales africanas”, para erradicar esta práctica en origen e impedir que las hijas de inmigrantes de Europa la sufran cuando viajan a sus países.

En cuanto a los estados de Africa, reclamó “legislaciones y campañas” para concienciar a la población, y citó los ejemplos de Burkina Faso y Senegal, donde con esfuerzo “se han conseguido grandes avances en la erradicación de esta práctica”.

“También resulta muy efectivo visitar los pueblos y ofrecer charlas in situ a sus habitantes”, añadió.

Por último, apuntó que en mayo se celebrará una cumbre entre países de África Occcidental, Europa y ONG, “a fin de desarrollar una ley contra la ablación que se pueda implantar en todo el continente”.

Sin embargo “más allá de la firma, necesitamos el compromiso real de los estados”, concluyó Koita.