La castración química a los violadores divide a las asociaciones de mujeres

MADRID
SERVIMEDIA

La castración química a la que se someterá por primera vez un preso en Cataluña condenado por un delito sexual divide a las asociaciones de mujeres porque, de un lado, puede suponer un complemento para controlar los impulsos sexuales y, de otro, sólo es eficaz mientras se está bajo los efectos farmacológicos.

La consejera de Justicia de la Generalitat de Cataluña, Montserrat Tura, aseguró ayer de que un preso ha aceptado someterse voluntariamente a la castración química, en el marco de un método pionero en España para el que es imprescindible la colaboración del reo y sólo se aplicará a los delincuentes sexuales más peligrosos y con mayor riesgo de reincidencia.

La presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo, declaró hoy a Servimedia que "la castración química no es la panacea porque, por lo que sabemos, tiene sus efectos mientras se toma la medicación y es una situación reversible, no es una castración definitiva".

Gonzalo señaló que si esta decisión se toma de forma voluntaria, no tiene "nada que objetar" porque, a su juicio, "podría ser un complemento a una firme decisión de no volver a delinquir".

Por otro lado, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, rechazó esta práctica porque, según añadió, "está más que demostrado que no sirve para nada".

"Aunque la violación se efectúe materialmente con el falo, donde el violador gesta realmente la violación es en el cerebro y está demostrado científicamente que quienes se han sometido a la castración química han seguido violando con instrumentos más graves para la víctima", aseguró.

(SERVIMEDIA)
05 Feb 2010
MGR/lmb