Según el último balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), enero de 2010 ha sido “muy húmedo” en general, situándose en un 43% por encima de los valores normales del periodo de referencia 1971-2000.

Solamente en algunas áreas del este de Cataluña, del oeste de Galicia y del sistema central, así como en parte del archipiélago canario, las precipitaciones se situaron en sus valores normales o ligeramente por debajo.

En el resto se superó el valor medio e, incluso, en la mitad sur de Castilla-La Mancha, sur de Andalucía, sur de Cataluña y algunas zonas del sur de Extremadura, norte del Sistema Ibérico y de los dos archipiélagos las precipitaciones llegaron a superar el doble de sus valores normales.

El observatorio de Albacete (en base aérea de Los Llanos) superó el anterior valor máximo de precipitación mensual de enero de la serie histórica, que databa de enero de 1941.

Meteorología también destaca que, debido a los episodios de precipitaciones de nieve registrados en amplias zonas de España, en los observatorios de A Coruña (aeropuerto), Santander, Madrid (aeródromo de Cuatro Vientos), Toledo, Valencia (aeropuerto de Manises) y Sevilla (aeropuerto) el número de días de precipitación en forma de nieve superó el anterior valor máximo para este mes.

En el caso de Sevilla, no se había observado este fenómeno en enero desde el inicio de las observaciones, en el año 1951.

La precipitación máxima diaria acumulada en observatorios principales en este mes fue de 66 milímetros, que se registraron en Ceuta el día 23, seguidos de los 60,4 que se midieron en Málaga el día 7.

UN FRÍO “NORMAL”

En cuanto a las temperaturas, el mercurio se situó en torno a sus valores medios normales en el conjunto del país, aunque el mes resultó algo más frío de lo normal en la mayor parte de las zonas de la mitad noreste y de Baleares.

Las anomalías negativas de la temperatura media sólo fueron mayores de 1ºC en áreas de Asturias, interior de Galicia, País Vasco, sistema central y zona centro de Valencia.

Enero fue, por el contrario, algo más cálido de lo normal en el centro y oeste de Castilla y León, Extremadura, Andalucía y sur de Castilla-La Mancha.

Las temperaturas más bajas del mes se registraron entre los días 7 y 11, cuando la Península se vio afectada por una ola de frío procedente del interior del continente europeo que dio lugar a intensas heladas y nevadas.

Los valores térmicos más bajos se registraron en la madrugada del día 10, con mínimas por debajo de –10ºC en muchas zonas de Castilla y León y de los sistemas montañosos del centro y norte peninsular, llegándose a observar el valor mínimo absoluto entre capitales de provincia, por segundo mes consecutivo, en Burgos (Villafría), con -16 ºC.