En una entrevista concedida a Servimedia, Garzón se refirió a esa propuesta, que incluye reducir el tipo máximo de IVA y eliminar el super reducido, lo que dejaría los productos de primera necesidad con el 7% en vez del 4%.

“Estamos hablando de un atentado social, claramente”, dijo Garzón, porque perjudicaría a las clases sociales más humildes. “Lo que ocurre”, añadió, es que Ciudadanos “no está mirando a este sector de la población al hacer su propuesta económica, sino al Íbex-35 y a sus necesidades concretas”.

Ciudadanos es, en su opinión, un “instrumento político del Íbex-35, que defiende los intereses de las grandes empresas y de las grandes fortunas” a través de un programa económico “claramente liberal” situado en “las antípodas” de lo que defiende Izquierda Unida.

Subrayó que los impuestos indirectos afectan de la misma manera a todos los ciudadanos al margen de sus posibilidades, por lo que subirlos perjudica sobre todo a los sectores de menor renta. Subir un producto de primera necesidad unos pocos euros, concluyó, afecta mucho más a quien cobra 800 euros o está en desempleo, que a quienes cobran, como Ana Patricia Botín, 8,8 millones de euros en un año.

Botín no notará esa subida, prosiguió, pero afectará “enormemente” a una parte de la población que está ya “absolutamente rota” por los efectos de la crisis económica. Hay gente que no puede pagar determinados medicamentos, que no puede hacer frente al copago, denunció, y pretender que paguen aun más “es un atentado social”.

Alberto Garzón considera que toda la propuesta fiscal de Ciudadanos está impregnada de “un sentimiento muy, muy, liberal” que en su opinión resulta “perverso” porque implica hacer recaer la mayor parte de la recaudación en los impuestos indirectos, los más injustos porque los pagan igual todos los ciudadanos, y bajar los directos, los que sí discriminan la riqueza, la renta y el patrimonio de cada cual.

Eso supone “incrementar la desigualdad en todos los niveles y en todos los ámbitos”, algo de lo que Izquierda Unida está “radicalmente en contra”, como lo estuvo de otras reformas promovidas por el PP y por el PSOE. Implica un “error económico y una falta de conciencia social enorme”, aseguró.