En declaraciones previas a su participación en el panel de debate sobre violencia y salud del Foro Europeo Beijing+15, Lorente reclamó la consideración de la violencia de género como “problema de salud pública” y advirtió que de lo contrario “lo que se hace es medicalizar” la situación.

De ahí la importancia de un buen diagnóstico diferencial”, lo que requiere que “los médicos se formen para conocer la violencia de género, entiendan cómo aparece y reconozcan sus síntomas”, aseguró Lorente.

Según afirmó, en Estados Unidos un 44% de las asesinadas por este motivo habían acudido a los servicios de urgencia, lo que indica que ellas se acercan pero que “desde el sistema no se está respondiendo de forma adecuada”.

“No estamos pidiendo médicos sensibles”, prosiguió el delegado del gobierno, sino profesionales que tengan en cuenta esta posibilidad y que, más allá de cursar un parte de lesiones, “sean capaces de recuperar a sus pacientes”.

Asimismo insistió en la necesidad de “no minimizar el riesgo” y apeló a los entornos de víctima y agresor para “estar alerta ante la violencia que existe en las relaciones conflictivas”.

Por último, Lorente lamentó la escasa presencia masculina en los foros sobre igualdad y violencia y achacó esta falta de representación a que “muchos hombres pueden verse refejados en el problema.