Continúa así la escalada de preocupación por el paro y los problemas económicos que comenzó hace dos años. Las dificultades económicas son el segundo asunto en importancia (47 por ciento), seguido del terrorismo (17,6 por ciento), la inmigración (16,6 por ciento) y la clase política y los partidos, que son un quebradero de cabeza para el 14,9 por ciento.

Al responder sobre el problema que más les afecta personalmente, el 43,3 por ciento también señala al paro y el 38,6 por ciento a los problemas de índole económica. Muy por detrás se sitúan la vivienda (9 por ciento) y las pensiones (6,1 por ciento).

En relación a la situación económica, la percepción del 72,4 por ciento de los españoles es mala o muy mala, mientas que el 24,7 por ciento la ve regular y sólo un 2,4 por ciento la juzga buena o muy buena.

Los encuestados no son optimistas respecto al futuro, puesto que sólo un 23,9 por ciento considera que la economía mejorará en los próximos 12 meses, mientras que el 37,9 por ciento afirma que seguirá igual y el 25,3 por ciento espera un empeoramiento.

En relación a la situación política, el 53,5 por ciento estima que es mala o muy mala, el 33,8 por ciento la ve regular y el 6,8 por ciento la considera buena o muy buena. Para dentro de 12 meses, el 53,2 por ciento espera que siga igual, el 18,9 por ciento vaticina que empeorará y el 11,9 por ciento tiene esperanza en que mejore.