Para el portavoz de Esquerra, si Zapatero "acaba asumiendo que lo peor no es que la crisis sea grave, sino que puede ser gravísima, y rectifica pactando las reformas estructurales" puede "tener algún sentido que la Legislatura continúe".

"En caso contrario, el malestar social y político irá en aumento y la legitimidad del Gobierno español se verá abiertamente cuestionada, sin que se pueda descartar absolutamente nada", explicó en un comunicado el portavoz independentista.

Con todo, Ridao advirtió que Esquerra "no apoyaría a Rajoy o su programa" en caso de presentar una moción de censura, que requiere un programa y un candidato alternativo. Aunque es "muy fácil que todo el mundo se ponga en contra de Zapatero", continuó, "es imposible que todo el mundo que está en contra de ZP apoye a Rajoy".

Ridao afirmó que el presidente del Gobierno está "atrapado" por un lado, porque "la situación económica no da respiro, con los datos del paro o el déficit, y por otro, porque hace tiempo que ha perdido la batalla de la credibilidad con una constante improvisación y la sensación de dar palos de ciego".

A su juicio, ese cepo "contribuye a hacer aún más impopular y antisocial cualquier medida de ajuste", que intenta poner en práctica el Ejecutivo socialista.

Ridao asegura que desde hace prácticamente dos años Zapatero tuvo que optar entre dos altenativas: "o constituir un gobierno fuerte, con determinación y reformista, a pesar que esto amenace la paz social; o buscar el consenso con un gran pacto de Estado con los partidos, agentes sociales y comunidades autónomas, y no ha hecho ni una cosa ni otra".

El portavoz de ERC en el Congreso aseguró que "Zapatero está atrapado" en una doble trampa económica y le advirtió que "en el pecado" de no haber contado con el resto de las fuerzas políticas "está su penitencia" y le recomendó pactar las reformas estructurales" para salir de la crisis.

Finalmente, Ridao advierte frente a quienes reclaman un "frente de salvación nacional PSOE-PP" que las tesis "involucionistas" de derechas y de izquierdas en relación a la territorialidad "obligaría a un cierre de filas del catalanismo en Madrid en forma de unidad de acción, a favor de las reformas económicas necesarios, pero también a favor de la reforma del autogobierno".