Díaz, en declaraciones en Telecinco recogidas por Servimedia, afirmó que ella tiene “una sola palabra y una sola vara de medir” y “si a alguien le imputan un delito va a tener que dejar su escaño” porque su compromiso es que “no iba a tener en ninguna Cámara a ningún imputado”.

De esta manera respondía sobre la situación de los expresidentes andaluces Griñán y Chaves, que tienen que declarar ante el Tribunal Supremo a petición propia como imputados por el caso de los ERE, precisamente justo en el día en el que su antecesor, Griñán, comparece ante el Alto Tribunal.

“La gente no puede mirar al Congreso de los Diputados y encontrarse ahí que hay ciudadanos que te están representando y que están imputados por un delito”, por eso, “cuando hable el Supremo, hablaré yo”, agregó.

“Si el Supremo habla, voy a tratarlos por igual” que al resto de los socialistas, remarcó para insistir que les pedirá su acta parlamentaria -de senador y diputado- si el Tribunal les imputa algún delito, aunque apuntó que confía en su “inocencia” y en el caso de Griñán éste aseguró que ya pagó su responsabilidad política cuando abandonó la Presidencia de la Junta de Andalucía en agosto de 2013 dando paso a que Díaz liderara el gobierno andaluz.

Reconoció que esta posición suya de ir “más allá” del Código Ético del PSOE, que establece la renuncia al cargo público en el momento de apertura de juicio oral, le ha supuesto incluso “críticas internas” dentro del partido pero afirmó que se mantendrá en esta postura y que así se lo trasladó incluso a los dos expresidentes.

LÓPEZ AGUILAR

Por otra parte, la presidenta andaluza en funciones celebró que el europarlamentario Juan Fernando López Aguilar haya presentado la suspensión de militancia porque “era lo que tenía que hacer” después de estar inmerso en un presunto delito de violencia de género.

Díaz afirmó que tiene “muchísima sensibilidad en el tema de la violencia de género”, por lo que esperaba “ese mismo día” que se conoció el caso que podría llevar a López Aguilar a declarar como imputado por un delito de malos tratos ante el Tribunal Supremo, por su condición de aforado.

Después será la Justicia la que decida “si es verdad lo que él dice o lo que dice su pareja”. Pero eso es lo que tenía que hacer, pedir la baja voluntaria del PSOE y apartarse del PSOE”, concluyó la lideresa andaluza.