En concreto, la sentencia del Alto Tribunal, de la que ha sido ponente el magistrado Francisco Menchén, confirma la condena a tres meses de prisión impuesta por el Tribunal Militar Territorial Cuarto al teniente José Carmelo Montesdeoca y al sargento Pedro Prado Suárez, autores de un delito contra la eficacia del servicio.

Los hechos tuvieron lugar el 12 de noviembre de 2002, cuando el Batallón de Infantería “Flandes IV/45” de guarnición, con base en Araca (Álava), se encontraba de maniobras en el Campo de Adiestramiento de San Gregorio (Zaragoza). La primera compañía de este batallón se encontraba realizando ejercicios de tiros con carros de combate.

Durante las prácticas, la ametralladora de uno de los carros empezó a tener interrupciones. Los soldados notificaron la incidencia al jefe de la tercera sección de la compañía, el teniente Montesdeoca, quien a pesar de ello usó la expresión “sin novedad” cuando informó sobre el estado de los carros de combate.

Tras las maniobras, el teniente ordenó al jefe del citado carro, el sargento Enrique Lozano Lorenzo, que revisara la ametralladora. Lozano Lorenzo extrajo la ametralladora de su ajuste y se la pasó al conductor del carro, el también sargento Pedro Prado Suárez. Nadia advirtió de que en la ametralladora seguía cargado un proyectil.

El sargento comenzó a manipular el arma, mientras en los alrededores se encontraban otros militares, quienes descansaban a la espera de retomar las maniobras.

Tras varias comprobaciones, Prado Suárez comenzó a manipular la palanca de montar de la ametralladora, llevándola hacia atrás en varias ocasiones, hasta que, por accidente, desencadenó el disparo del proyectil que, inadvertidamente, continuaba dentro del arma.

La bala alcanzó al soldado Juan Carlos Tejedor, quien en ese momento se encontraba orinando aprovechando el descanso en las prácticas de tiro. El proyectil entró y salió a través del hombro del soldado.

A consecuencia de las lesiones que sufrió, Tejedor, que en el momento de los hechos tenía 23 años, tuvo que ser retirado del Ejército al presentar una discapacidad del 50 por ciento.

Además de las penas de prisión, los dos oficiales deberán indemnizar solidariamente a Tejedor con 185.942 euros y abonar el coste de los tratamientos médicos a los que tuvo que ser sometido el herido.