Al llegar a la sede federal del PSOE para participar en la reunión del Comité Federal, se mostró convencida de que la victoria electoral en Andalucía abre la puerta a la de otros muchos socialistas a partir del 24 de mayo. Sobre Pedro Sánchez, aseguró que tiene el “respaldo de todos” como secretario general y en las primarias para la elección del candidato los militantes y simpatizantes “hablarán con libertad”.

“Yo no voy a intervenir en ese proceso porque quiero mantenerme neutral, para que los militantes y simpatizantes, por primera vez en un partido, ejerzan con libertad su voluntad”, aseguró. De esa forma, no solo reiteró que no concurrirá a las primarias, sino que tampoco tomará partido por ningún aspirante, tampoco el secretario general.

Insistió en que su objetivo es trabajar para proporcionar a Andalucía sus “mejores años” y que allí la recuperación empiece antes que en el resto de España y sea “justa y solidaria”.

Díaz, que había faltado a las dos últimas reuniones del Comité Federal y solo había asistido a la primera tras su elección como presidenta de la Junta en sustitución de José Antonio Griñán, reconoció que acude esta vez junto a sus compañeros “contentos y satisfechos de haber vuelto a revalidar” la confianza de los andaluces “en un momento difícil y complicado”.

Cree que los andaluces “han dicho con claridad” que no quieren las políticas que representan el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy, y ahora es el momento de que todos demuestren responsabilidad para asegurar la gobernabilidad en Andalucía.

No contempla la repetición de las elecciones y llamó expresamente a la responsabilidad de Podemos, a quienes se refirió como quienes “han cuestionado el bipartidismo y ahora tienen que estar a la altura” y asumir el voto de los ciudadanos. También del PP, a quienes los andaluces han enviado un mensaje “claro”.

La única mayoría alternativa clara la forman PP y Podemos juntos, dijo. Por tanto, “o gobierna el PSOE o no hay gobierno en Andalucía” y ambos tienen que asumir ahora con responsabilidad el voto de los ciudadanos, dejando a un lado “tacticismo, estrategias e intereses electorales”.