El encuentro, que reúne a 23 ministras y a cinco secretarias de Estado, fue inaugurado por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; la ministra española de Igualdad, Bibiana Aído, y la ministra de la Mujer y presidenta de la Cámara de los Comunes de Reino Unido, Harriet Harman.

En su intervención, Aído explicó que la cumbre tiene como objetivo “impulsar la igualdad de género en la agenda de los países europeos” y, entre otros retos, citó la consecución de una representación paritaria a nivel político y social, el fin de la violencia de género, la erradicación de la mayor propensión a la pobreza y el acceso igualitario a puestos de responsabilidad en el mundo laboral y empresarial.

"Hemos avanzado mucho desde la primera Cumbre de Mujeres en el Poder (celebrada en Atenas en 1992), pero aún queda mucho trabajo por hacer”, señaló Aído.

Según recordó, solo un 25% de los parlamentarios europeos son mujeres, éstas representan el 10% en los consejos de administración de las empresas comunitarias que cotizan en Bolsa y solo un 3% de ellas ocupan cargos directivos.

Por su parte, De la Vega apuntó la necesidad de conseguir una “representación femenina equilibrada, eliminar la impunidad de la violencia contra las mujeres y perseguir la trata”, y recordó la intención del Ejecutivo español de crear una Orden de Protección Europea y el Observatorio Europeo sobre Violencia de Género.

Para Harriet Harman, “estas reuniones entre mujeres ministras se han convertido en una dimensión más de las relaciones internacionales”, que hasta ahora “eran cosa de hombres”.

“Podemos aportar una forma alternativa de resolver los problemas”, añadió Harman, quien se felicitó por la creación de la nueva Agencia de Naciones Unidas sobre la Mujer, que promoverá la participación femenina en todo el mundo.