En una rueda de prensa, Lema denunció que “las negociaciones se han roto por el bloqueo del sindicato de controladores” y consideró que el Ministerio de Fomento “tiene el tiempo suficiente para adoptar las soluciones que considere oportunas”.

Sobre posibles soluciones, recordó que con la normativa aprobada recientemente “no hay nada que impida sacar una convocatoria para contratar controladores” de países de la UE porque la licencia europea permite que cualquier controlador europeo pueda venir a trabajar a España. Además, explicó que la formación de controladores también está liberalizada y que cualquier empresa puede formar controladores en España.

Asimismo, reveló que la última propuesta de la Unión Sindical de controladores Aéreos (USCA), que tachó de “inadmisible”, supone incrementar a 912 millones de euros los costes salariales de este colectivo, cifra que se sitúa un 70% por encima de la media de los principales países de la UE.

Según explicó, los controladores pretenden continuar con un sistema basado en trabajar 1.800 horas al año, de las que una tercera parte se cobran a precios “exorbitantes” con un valor que casi triplica el de la hora normal recogida en convenio.

Por el contrario, AENA pretende rebajar esta cifra a cerca de 500 millones frente a los 780 actuales, lo que supondría reducir su sueldo medio de unos 350.000 euros anuales a 200.000.

“Lo único que han aceptado es una hipotética mejora de competividad ligada a un aumento del 40% de las retribuciones fijas”, señaló Lema, quien agregó que además “pretenden seguir teniendo secuestrado el acceso a la profesión”.

“Los miembros de USCA quieren seguir siendo los que determinen el número de personas, como y quienes acceden a la profesión y que lo hagan a través de los procesos que ellos controlan”, aseguró.

Denunció también que los controladores pretenden seguir jubilándose a los 52 años con una retribución vitalicia de 170.000 euros anuales, “lo que supone cobrar 15.000 euros al mes por no trabajar”.

Por ello, sentenció que “como en otras ocasiones lo que quieren es prolongar artificialmente la negociación para llegar el 31 de marzo sin capacidad de maniobra ninguna para imponer, mediante el chantaje de tomar como rehenes a los pasajeros, unas condiciones inaceptables”.

“Dijimos que sería la última ronda de negociación y que duraría todo lo necesario para llegar a un acuerdo pero han pasado los días sin haber llegado al más mínimo acercamiento y con la misma tónica de los últimos cinco años”, prosiguió Lema quien precisó que se han celebrado 65 reuniones y que AENA ha presentado 10 propuestas.

“Han tenido nulo interés en alcanzar un acuerdo que garantice la sostenibilidad del sistema de navegación aérea en España y han querido alargar la situación para forzar un acuerdo a cualquier precio bajo la amenaza de colapsar el tráfico aéreo en las vacaciones de Semana Santa”, reiteró Lema, para concluir señalando que “han negociado de mala fe”.