Charles Blake, de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), indicó que la organización realiza "distribuciones específicas y frecuentes" sin emplear "ninguna seguridad armada, alambres de púas o gases lacrimógenos. Nos basamos en nuestro emblema y la buena voluntad que la gente tiene con la Cruz Roja de Haití".

En su distribución de ayuda, la FICR da prioridad a las mujeres embarazadas, por delante del resto de las mujeres, las personas mayores y los hombres.

Voluntarios de la Cruz Roja de Haití visitan los campamentos de desplazados con dos días de antelación para repartir billetes, que dan derecho a una manta, una mosquitera, dos cajas de artículos higiénicos (como jabón, pasta de dientes y champú) y una caja de artículos de cocina (platos, ollas, cubiertos y cuchillos).

No obstante, la gran preocupación para la FICR es la vivienda, ya que al periodo de lluvias de mayo le seguirá la temporada de huracanes.

Por ello, las sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han distribuido láminas de plástico y herramientas a miles de familias, si bien la principal dificultad es la densidad de los desplazados.

"Las lonas les da sombra durante el día y les ayudará cuando lleguen las lluvias. La solución a largo plazo es que vuelvan a sus hogares o ayudarles a integrarse en familias de acogida", destacó Corinne Treherne, del equipo de vivienda de la FICR.