Según revela el propio Bono en su último libro, 'José Bono. Diario de un ministro. De la tragedia del 11-M al desafío independentista catalán', Rodríguez Zapatero le preguntó la víspera del ‘viernes de Dolores’, en el que dimitió, “¿te imaginas como presidente del Congreso?”

“Ese es mi ofrecimiento sincero para la próxima legislatura si ganamos... y yo soy hombre de una sola palabra”, le remarcó el jefe del Ejecutivo el 6 de abril de 2006, cuando ya sabía que la fecha elegida por Bono para presentar su renuncia sería el 7 de abril.

Dentro de sus discrepancias por el tratamiento del Gobierno al Estatuto catalán, Bono había trasladado a Rodríguez Zapatero que dejaría el Ministerio, pero el conocido ‘caso Mena’ retrasó sus planes hasta abril.

Aunque en su renuncia Bono aludió a motivos personales, ahora confiesa en su libro que se produjo por el asunto catalán. “Cesé como ministro pero quise hacerlo con lealtad al presidente y al PSOE. Ambas lealtades me impidieron decir en público, el día de mi dimisión, la causa principal de esta: no podía ser ministro cuando se publicara en el BOE el Estatuto de Autonomía de Cataluña porque era una puerta abierta a la secesión”.

El día antes de su dimisión, Rodríguez Zapatero –según Bono- le insiste reiteradamente en que se piense su decisión y le llega a dar carta blanca. “Quiero que sepas dos cosas más: la primera, que me pidas ahora lo que quieras; y la segunda, que si te vuelves atrás esta noche, no te reprimas…, me llamas…, será la mejor alegría. Llevo tres noches sin dormir bien”.

Esas palabras se las trasladó el entonces jefe del Ejecutivo mientras en el Palacio de la Moncloa esperaban para una cena oficial en el Palacio Real con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, a la que Bono decidió “no acudir”.

Allí, en Moncloa, coincidió con José Antonio Alonso, por entonces ministro del Interior, quien salió con “cara cambiada ¿de sorpresa o tal vez de disgusto?” tras reunirse con Zapatero en el despacho. “Buena la has preparado”, le espeta el presidente, quien le traslada que “si persiste en dimitir, Toño Alonso tendrá en su currículum que fue ministro del Interior porque tú no quisiste, y que va a ser ministro de Defensa porque tú te marchas”. José Antonio Alonso le sustituyó como titular de Defensa entre abril de 2006 y abril de 2008.

También le confesó que iba a “poner” en Interior a Alfredo Pérez Rubalcaba “pero aún no lo sabe” y que hable con Joan Mesquida para decirle que “aunque tú sigas o no sigas, va a ser nuevo director de la Guardia Civil”. Mesquida, por entonces director general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa fue nombrado posteriormente ese mes director de la Benemérita y en septiembre y hasta abril de 2008, director general del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil.

En esa misma conversación, según revela Bono en su libro, Rodríguez Zapatero le confiesa que pensó en Javier Solana para sustituirle, porque le dijo “que estaba disponible”, pero que creyó “mejor no contar con él”.