Según informa el Ministerio de Economía y Competitividad, en ese periodo se realizaron 1.767 contratos con el fondo (465 en 2013 y 1.302 en 2014).

En 2014 se recibieron 2.061 solicitudes, un 42% por encima de las 1.446 registradas en 2013.

En conjunto, las peticiones suman 3.507, de las que 2.230 han sido aceptadas; 1.003, rechazadas y 274 están pendientes de examinar.

Según Economía, el incremento experimentado en 2014 responde a que un mayor número de familias se pueden acoger al FSV tras las sucesivas ampliaciones de los requisitos.

También considera que se han registrado mejoras de gestión y un mayor conocimiento por parte de los potenciales beneficiarios; es decir, los más afectados por la crisis y que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca.

El FSV se creó en enero de 2013 con 5.891 viviendas aportadas por los bancos para dar asistencia a las familias más vulnerables mediante alquileres reducidos (entre 150 y 400 euros al mes, con un límite máximo del 30% de los ingresos de la unidad familiar).

Aunque tenía que haber expirado a los dos años de su constitución (17 de enero pasado) el Gobierno lo prorrogó un año más, hasta enero de 2016.

El FSV es una de las medidas, junto con el Código de Buenas Prácticas (CBP) y la moratoria de desahucios, que el Gobierno ha puesto en marcha y de las que en conjunto se han beneficiado más de 31.000 familias.