Sentencias como ésta, en la que el Tribunal Supremo no ha encontrado alevosía, pese a que "hay premeditación y alevosía, nos dejan perplejas, no sólo por el daño que hacen a las víctimas, sino también por la pérdida de confianza en la justicia que generan", declaró a Servimedia Ana María Pérez del Campo, presidenta de Mujeres Separadas.

A su juicio, no percibir alevosía en la entrada de un hombre con orden de alejamiento en el domicilio de su mujer a las cuatro de la mañana y en los golpes que propinó a la víctima "es una broma muy muy pesada".

El agresor alegó que llegó al domicilio de su esposa a las cuatro de la madrugada porque alguien le había informado de que le iban a asesinar y quería preguntar a su mujer a quién había contratado para matarle.

Este argumento demuestra para Pérez del Campo "cómo los maltratadores son capaces de volver el mundo al revés para justificar sus mentiras" y hace sentir "indignación y tristeza" a cualquiera.

Además, la presidenta de Mujeres Separadas y Divorciadas indicó a políticos y jueces que casos como éste demuestran que "las órdenes de alejamiento sirven de muy poco, porque en la mayoría de los casos se quebrantan impunemente y eso lo conocen los agresores".

No obstante, Pérez del Campo quiso finalizar con un mensaje de ánimo para todas las mujeres maltratadas, a quienes exhortó a seguir luchando contra la lacra machista, porque, concluyó, "un pueblo que no utiliza la justicia para sancionar el terrorismo de género es un pueblo que tiene un déficit democrático".