“En cuatro años, más de 200.000 muertos, 3,8 millones de refugiados y 7,6 millones de desplazados hacen de ésta una de las crisis más graves de las últimas décadas. El impacto está siendo brutal no sólo para Siria, sino también en toda la región y una solución política al conflicto, la única solución posible, está hoy más lejos que nunca”, aseguró Jean-Raphaël Poitou, responsable geográfico de Acción contra el Hambre para Oriente Próximo.

Poitou indicó que la presión de los refugiados en Líbano “empieza a ser sostenible”, ya que una de cada cuatro personas en este país procede de Siria. “Donantes clave como el Programa Mundial de Alimentos han tenido problemas para financiar su ayuda vital para millones de personas y los países de acogida empiezan a endurecer sus fronteras. Como resultado, el número de sirios que tratan de cruzar a la desesperada el Mediterráneo ha aumentado exponencialmente en los últimos meses”, añadió.

Por su parte, Gonzalo de Palacios, responsable de Seguridad de Acción contra el Hambre, indicó que “la fragmentación de Siria, el levantamiento de numerosos grupos armados y la expansión de la crisis a Iraq desde principios de 2014 han creado áreas a las que la ayuda humanitaria es incapaz de llegar”.

“Existen graves riesgos de seguridad no sólo para los actores humanitarios, sino también para los propios beneficiarios de la ayuda”, recalcó, antes de añadir que “periodistas y trabajadores humanitarios se han convertido en blanco directo de los grupos radicales”.

CONFERENCIA DE DONANTES

Con la mirada puesta en la Conferencia de Donantes de Kuwait, que tendrá lugar a finales de marzo, las organizaciones internacionales piden que no se reduzca la ayuda con el pueblo sirio y la región justo ahora, cuando es más necesaria que nunca.

En este sentido, Poitou comentó que no sólo hay que mostrar “generosidad” con el llamamiento de las Naciones Unidas, estimado en 8.000 millones de dólares (más de 7.500 millones de euros) para este año, cuando en 2014 se cubrió el 61% de los 6.000 millones de dólares solicitados (casi 5.700 millones de euros).

“También debemos rebajar la presión sobre los países de acogida y participar más activamente en el reasentamiento de los refugiados, que debería representar al menos el 5% del total. España aún no ha hecho efectivo el asilo a 130 refugiados que se comprometió a acoger en 2014”, apostilló.

Acción contra el Hambre ayuda a más de tres millones afectadas por la crisis en Siria, Líbano, Jordania, Iraq y Turquía con ayuda alimentaria, dinero por trabajo, programas de agua, saneamiento e higiene básica y apoyo a medios de vida.