Sánchez participó en la presentación del libro del periodista y exdirector de 'La Vanguardia' Joan Tapia titulado '¿España sin Cataluña?', que se presentó en Blanquerna, el centro cultural de la Generalitat catalana en Madrid. Al acto acudieron, entre otros, el expresidente del Congreso y exministro de Defensa José Bono y el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quesada.

El líder socialista destacó que se trata de "un libro con ciertas dosis de pasión" y con un título "sugerente", donde no se sabe si hace una "llamada de alerta" o anima a una reflexión, lo que le llevó a contar una "anécdota" y es que cuando visita Cataluña lo único de lo que se habla es de la "crisis de Cataluña", y cuando sale de Cataluña "nadie me pregunta sobre la crisis" de Cataluña.

Sánchez indicó que hay que hablar de esta cuestión, porque la crisis de Cataluña es también la España y éste es un "reto a nivel nacional", donde los políticos tienen que "hacer pedagogía" para saber cuál es "la envergadura del desafío" y evitar que esa "marea" soberanista "vuelva a subir" sin que antes se encuentre una solución.

En este sentido, el secretario general de los socialistas reprochó al Gobierno que no haya aprovechado la mayoría absoluta y una oposición dispuesta para emprender "de manera clara y decidida" una reforma constitucional, para "actualizar las normas de convivencia" y adaptar a España al siglo XXI.

En esta línea, dijo que la reforma constitucional es una "oportunidad" para recuperar la confianza ante la "desafección" de la ciudadanía a la política, "resolver la crisis territorial" y proteger los derechos sociales que se han visto "amenazados" por las políticas del Gobierno. También para renovar el "pacto entre generaciones", porque la Constitución es un "marco de convivencia", añadió.

Una vez más, dijo que el debate sobre la reforma tiene tres vías: la del "inmovilista", que dijo que es la favorita de Rajoy; la de del "rupturismo", que es la que "tradicionalmente han abrazado" IU, ERC y ahora "de manera inexplicable" CiU, pese a que siempre ha sido un "nacionalismo moderado", y la "tercera vía", que es la del "reformismo" y el "cambio seguro", que es la que proponen los socialistas.

A su juicio, hay que abordar la reforma constitucional con la propuesta federal que hace el PSOE y que pasa por una reforma del Senado y que se reconozcan las singularidades sin menoscabo de unos territorios frente a otros. La propuesta federal que plantea es "un paso más y natural al Estado autonómico".

En esta línea, dijo que la "crisis territorial" tiene que ver con las "disfunciones del sistema autonómico" y apuntó que en los tres años y medio de mayoría absoluta del PP y gobernando en la mayoría de las CCAA, se han alcanzado "cifras máximas" en conflictividad, ya que se han producido 338 impugnaciones de los gobiernos autonómicos y central por cuestiones de competencias.

"Yo en lo que sueño, en mi ambición, no es en una Cataluña sin España ni una España sin Cataluña, sino una Cataluña mejor en una España mejor", reconoció Sánchez, quien recomendó leer el libro de Tapia, porque es "riguroso" y "objetivo", pero también con la "dosis de pasión" de una persona que vive de forma directa la "crisis" que se vive en la comunidad catalana.

Por su parte, el autor del libro aplaudió la actitud que mantiene Sánchez respecto a la situación de Cataluña, porque, indicó, aboga por entender la situación política, y lo contrarrestó con la actitud del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien "empezó muy bien" con Cataluña pero luego "no acabó muy bien". Su libro, afirmó, es "un alegato a favor de la convivencia en España".