Pujol compareció en la comisión de investigación sobre evasión y fraude fiscal abierta en el Parlamento catalán, y, en la que para todas las preguntas referidas a la herencia de su abuelo que su padre el expresidente de la Generalitat de Cataluña mantuvo oculto en el extranjero se remitió al comunicado de éste y a que el tema está judicializado y afecta a su familia.

En cuanto a los temas que apuntan directamente a él, negó “rotundamente” haber cobrado como consecuencia de la gestión de servicios públicos; es decir, por el diseño del nuevo mapa de las concesiones de ITV cuando era secretario general de Industria de la Generalitat.

Recordó haber dado explicaciones sobre el tema cuando tenía responsabilidades políticas y atribuyó el rediseño del mapa al incremento de la litigiosidad que se había producido entre los operadores y el Gobierno catalán cuando éste lo ostentaba el tripartito.

Además, aseguró que el sumario nunca revelará palabras suyas que trasluzcan tráfico de influencias; no se hizo responsable de lo que los empresarios beneficiados, como Sergi Alsina, digan acerca de su intercesión, y dijo incluso no conocer a otro de los implicados en la trama, Ricard Puignou.

DESLOCALIZACIONES

Sobre su asesoramiento a multinacionales, defendió como su deber haber negociado con Sharp, Yamaha, Nissan o Pioneer para evitar que se marcharan de Cataluña y afirmó tajantemente: “Yo no me lucrado”. Incluso dijo no haber influido en el caso de Sharp, aunque sí en el de Yamaha, en el que la empresa que compró la planta mantuvo el empleo.

En cambio, sí reconoció que su mujer cobró 200.000 euros por su supuesto asesoramiento a Alta Partners, empresa del propio Alsina; algo que, puntualizó, no conocía el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Pujol mantuvo un duro enfrentamiento con el portavoz del PP en la comisión, Sergio Santamaría, que se hizo extensiva al presidente de la misma, David Fernández, de la CUP, hasta el punto de que éste amenazó con suspender la sesión.

El compareciente afeó al diputado popular que la presidenta de su partido, Alicia Sánchez Camacho, no haya comparecido ante el Parlamento, y quiso atribuir el desacuerdo de Santamaría a que “no soporta” lo que representa CDC. Luego le espetó lo mismo al portavoz de Ciutadans, Carlos Carrizosa.

A preguntas de ICV, el ex secretario general de CDC dijo que él no se siente “lejos” de Mas, y alabó su figura diciendo que es “más sólido” de lo que se percibe en la política, que es todo lo contrario al “robot tecnócrata” que se pintaba en las parodias de hace 10 años, que reforzó su “potencia” en la oposición y que “nadie le ha regalado nada”.