Así lo expuso en una entrevista en Servimedia en la que definió la situación como una disyuntiva "entre lo malo y lo menos malo", por lo que "a lo mejor hay que sumar con gente que no son los mejores compañeros de viaje".

En su opinión, si en las elecciones catalanas de septiembre suman un escaño más que CiU y ERC, los partidos constitucionalistas deberían ser "capaces de construir ese gobierno", incluso "con el coste político que tenga".

"Vamos a jugar ese partido, vamos a ganar ese partido", avanzó Rivera, quien recriminó al PP y al PSC haber salido "a empatar o a perder durante 30 años", y apeló en particular a los socialistas a "mojarse" y decidir si prefieren como socio a ERC, como en los tiempos de Pasqual Maragall, o a Ciutadans.

Rivera asumió como responsabilidad propia, en tanto que partido no soberanista mejor colocado en las encuestas, ejercer el liderazgo constitucionalista "con inteligencia, con generosidad pero con la convicción de salir a ganar".

"LAS MAYORÍAS NO PUEDEN SER SILENCIOSAS"

Además, se marcó como reto "movilizar al electorado y conseguir una participación histórica", hasta del 70%. En esa línea invocó a los catalanes no independentistas, porque "las mayorías no pueden ser silenciosas, tienen que ir a votar".

Dentro de ese bloque no llegó a incluir a Podemos, recordando que su secretario general, Pablo Iglesias, define a Cataluña como nación con derecho a la autodeterminación, y también los líderes del partido en la comunidad. Rivera, como catalán, le contestó que "somos 47 millones de españoles y no existe el derecho a la autodeterminación porque sólo lo hay para los pueblos oprimidos donde no hay democracia".

Sobre este punto, cree que el Tribunal Constitucional, al desautorizar la consulta del 9-N, "ha sentenciado lo obvio", aunque da por hecho que servirá para alimentar un "victimismo" que entiende que es intrínseco al nacionalismo.

En cualquier caso, el presidente de Ciutadans tampoco descartó pactos con Podemos, recordando que en algunos municipios tiene marcas blancas y llamó a "ser prudentes y esperar los resultados".

LEYES O SELVA

La línea la marcó "entre los demócratas y los no demócratas", definiendo a los primeros como quienes respetan las leyes, las sentencias judiciales y el Estado de las autonomías. Él dijo que no se puede "entender en democracia con quien quiere que esto sea la selva", y a este respecto lamentó que "los nacionalistas están traspasando líneas que no conocíamos".

Además, aseveró que Ciutadans podría pactar cosas puntuales, pero no sentarse en un Gobierno con "gente que trabaja cada dia para desmontar su país".

De todos modos, Rivera apuntó que él no "apostaría dinero" a que las elecciones catalanas vayan a celebrarse finalmente, puesto que nota "nerviosismo" en CiU ante la perspectiva de volver a perder escaños. Cree que en este partido "querían evitarlas", pero tampoco sabe si serán "capaces de ponerlas y quitarlas".

Ahora bien, aclaró que, aunque a estos comicios "se le pueden poner los adjetivos que se quiera, son unas elecciones autonómicas, y confía en que deparen una mayoría favorable a la unión con el resto de España y la UE y un gobierno que "restaure los puentes entre los propios catalanes" y no los divida en dos bandos, sino que respete las identidades personales.

Antes de las elecciones autonómicas, Rivera prefiguró para las municipales de mayo "un mapa muy diverso", con muchos grupos en gran número de localidades, y, sobre la intención de ERC de promover la independencia si las gana, se limitó a comentar que "cada uno tiene su estrategia".