Los datos muestran que sólo en el último trimestre del año, el beneficio cayó un 89,5%, hasta los 152 millones de euros. Esta magnitud está afectada por dotaciones extraordinarias, entre las que destacan el impacto de la adopción del tipo Sicad II en Venezuela (-399 millones de euros), la provisión por gastos de reestructuración (-405 millones) y el ajuste en la valoración de Telco (-257 millones).

Por su parte, la cifra de negocios alcanzó los 50.377 millones de euros, un 11,7% menos si se comparan con los ingresos de 57.061 millones del año 2013.

Para el presidente de Telefónica, César Alierta, los resultados del cuarto trimestre suponen "la culminación de un periodo de intensa transformación que ha permitido reforzar la compañía, su potencial de crecimiento y su posición financiera en algo más de dos años".

En este sentido, el primer ejecutivo de la compañía añadió que la ejecución de la estrategia de transformación en los últimos años y "el evidente cambio de tendencias que se está produciendo nos llevan a incrementar el nivel de ambición para los dos próximos años".

"La evolución de las operaciones, la fortaleza de nuestro balance y el entorno presentan evidentes signos de mejora y se reflejan en una aceleración del crecimiento rentable y sostenible de la compañía", puntualizó Alierta.