En el Debate sobre el Estado de la Nación, Garzón dijo a Rajoy que tiene “más futuro como cuentacuentos que como presidente” y le pidió “bajar a la realidad”, pisar la calle y gastarse la suela de los zapatos comprobando cómo vive la mayoría de la gente.

Su política, le dijo, ha sido “un éxito”, pero para las grandes fortunas y las grandes corporaciones, “a las que no les cabe más dinero en los bolsillos que usted les está llenando”. Denunció una política “suicida” ejecutada por quien es “alumno aventajado” de Angela Merkel a costa de dejar un país “desolado” por confundir el Estado con “una escuela de negocios”.

Garzón aseguró que hay alternativas, exhibió algunas de sus propuestas y reiteró el objetivo de construir “un nuevo país”, como reza el manifiesto para el que está recabando apoyos como candidato en las próximas elecciones generales.

Acusó a Rajoy de “torturar las estadísticas hasta que han confesado lo que a usted le ha dado la gana” y le reprochó que lo que él llama recuperación solo beneficia a una minoría y es en realidad “incremento de la desigualdad, de la pobreza y de la agresión medioambiental”.

“Vive en una burbuja”, le recriminó, y a su discurso no solo le falta piel, sino también “rigor y vergüenza”, porque la mitad de lo que dice es “mentira” y la otra mitad “apología descarada de las políticas suicidas” que han generado la situación “dramática” de muchos ciudadanos.

Le acusó de ignorar la existencia de ciudadanos que no pueden poner la calefacción o encender la luz, o que solo comen una vez al día, y a los que no ha hecho “ni una sola referencia” porque su política energética consiste en “arrodillarse a los pies de las grandes corporaciones” hasta el punto de plantear “un impuesto al sol”.

Acusó directamente a Rajoy del “saqueo” de Endesa y de los desahucios ejecutados por entidades públicas, y de imponer unas relaciones laborales que llevan a muchos a “agradecer ser un esclavo con comida antes que un muerto de hambre”.

Frente a ello, abogó por prohibir la privatización de empresas “que son de todos” y de garantizar un empleo a todos los ciudadanos. Recordó, en ese punto, que con la mitad del dinero que se inyectó en Bankia se podría sacar a un millón de ciudadanos del desempleo.

Es cuestión de “voluntad política” y de optar por los ciudadanos, dijo, y no por “saquear este país para vendérselo a sus amiguetes”, como han hecho con AENA. “No son liberales”, dijo a los bancos del PP, “sino liberados por los mercados para poner al Estado al servicio de las grandes fortunas”. “Se ha vendido al mejor postor y los ricos son los únicos que pueden pagar sus servicios”, dijo a Rajoy.

Por eso, con las nuevas reformas judiciales “no hablamos de terrorismo yihadista” sino medidas para frenar “la resistencia pacífica” de quienes protestan contra ese “robo” de derechos.

Garzón aseguró que el caso Bárcenas habría justificado la dimisión en bloque del Gobierno, porque no hay una manzana podrida, sino que es “el cesto” entero, y resulta “increíble” que el ex tesorero del PP pueda estar “de vacaciones” y que la instrucción sobre la desaparición de los discos duros se haya perdido. “Tienen mucha suerte con la Justicia”, ironizó.

Habló también de Grecia para considerar “vergonzoso” que Rajoy se ponga del lado de los bancos que están “chantajeando y extorsionando” al país, y no del pueblo griego que defiende su dignidad y que “ha echado de las instituciones” a quienes falsearon las cuentas.

Se declaró consciente de que la izquierda tiene “una oportunidad histórica que no podemos desaprovechar” para recuperar “lo que nos están robando”. Se está construyendo un nuevo país, dijo, con gente que se está organizando y tomando las plazas. Es su primer Debate sobre el Estado de la Nación, concluyó, pero seguramente el último de Rajoy “porque vamos a echarle”. “Salud y república”, concluyó.