Discapacidad. Federación Asperger lamenta la "imagen edulcorada" que a veces se trasnmite sobre este síndrome

MADRID
SERVIMEDIA

Hoy se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, un trastorno del espectro del autismo con el que vive en España "una población mucho más numerosa y significativa de lo que se pensaba hace tan solo unos pocos años" y en el que hay avances, pero también aspectos que deben mejorar, como el de la "imagen edulcorada" que "en muchas ocasiones" se trasnmite sobre esta realidad.

"Los medios de comunicación se han hecho eco de la realidad que rodea al Asperger y proliferan gran cantidad de artículos, libros, series e incluso películas dirigidas al gran público", lo que es "indudablemente un avance", afirma Paloma Martínez, presidenta de Asperger España, en un comunicado.

Pese a ello, prosigue, "debemos hacer constar que en muchas ocasiones se transmite una imagen edulcorada que dista mucho de la realidad cotidiana que vivimos en nuestras familias y entidades".

Porque, explica Martínez, es cierto que las personas con síndrome de Asperger tienen grandes capacidades, "muchas de ellas sorprendentes y contradictorias". Destacan por su memoria y en el procesamiento fino de detalles vetados para muchas otras personas.

"Pero es igualmente cierto", lamenta el texto, "que sufren acoso escolar y laboral por vivir condicionados a una diferencia que les identifica y distingue del resto y que sus esfuerzos por comprender un mundo ajeno dejan profundas y, a veces, devastadoras huellas en su experiencia vital. Sus derechos básicos se ven conculcados en muchísimas ocasiones, demasiadas".

Y ante este panorama, asegura la presidenta de Asperger España, las administraciones públicas dan "sólo tímidos pasos y de forma aleatoria según cada comunidad autónoma", en la inclusión social, educativa y sanitaria "de una población mucho más numerosa y significativa de lo que se pensaba hace tan solo unos pocos años".

Además, finaliza el comunicado, los padres y madres de chicos con síndrome de Asperger "vivimos con angustia la llegada de sus dieciséis años, edad mágica en la que la mayor parte de los apoyos que reciben se esfuman como si, con la adolescencia, se obrara el milagro de la conversión en una normalidad neurológica y conductual que sabemos bien que nunca llegará".

(SERVIMEDIA)
18 Feb 2015
IGA/gja