Según explicó el director de este informe, Xabier Altarriba, a este 45% de jóvenes que cuenta con permiso paterno hay que sumar otro 40% que reconoce beber pese a las prohibiciones paternas.

El "Libro blanco sobre la relación entre adolescencia y alcohol en España 2006", como se titula este estudio, es el resultado de una investigación realizada durante 4 años entre jóvenes residentes en municipios de más de 10.000 habitantes de todas las comunidades autónomas, con especial incidencia en Andalucía, Asturias, Cataluña y Madrid.

De este trabajo se desprende también que el 61% de los jóvenes de entre 12 y 18 años consume bebidas alcohólicas, al tiempo que un 7% aseguró hacerlo, incluso, "de forma habitual y compulsiva".

"Los adolescentes instrumentalizan el alcohol, mezclándolo a veces con otras sustancias, para entrar en una especie de sueño o mundo onírico en el que él se encuentre a sí mismo y encuentre la libertad, liberándose de aquello que hace durante toda la semana", señaló.

Además, se mostró preocupado ante el hecho de que el 34% del total de entrevistados reconozca haberse emborrachado alguna vez y 7 de cada 100 jóvenes lo haga "más de 50 veces en un año".

En cuanto a la edad de inicio de consumo, la media resultante de las entrevistas es de 14 años. El 69% de los encuestados reconoce haber consumido bebidas alcohólicas por primera vez entre los 13 y los 16 años.

Altarriba se mostró preocupado por la influencia que ejerce la familia a la hora de iniciar a los jóvenes en este hábito, ya que, dijo, el 4,5% de los jóvenes prueba la bebida ya antes de los 10 años, "de forma jocosa" en fiestas y celebraciones familiares, "donde ya se va creando un clima de permisividad".

Un amplio porcentaje de jóvenes reconoce también que bebe "para relacionarse más y mejor". Los adolescentes españoles dicen que "beben porque les gusta" y que, en un 90%, este consumo se realiza durante los fines de semana, "entre amigos y, la mayoría de las veces, en el 'botellón'". Los adolescentes destinan menos de 6 euros semanales a beber estas sustancias.

PREVENCIÓN

Por otra parte, y pese "al tradicional clima de permisividad social y la escasa predisposición de los progenitores a realizar un verdadero trabajo de prevención" (el 35% de los entrevistados asegura que sus padres nunca les han hablado de temas relacionados con las bebidas alcohólicas en los últimos 3 meses), Altarriba señaló que la mayoría de los jóvenes se muestran críticos respecto a la tolerancia hacia el alcohol y reclaman medidas para prevenir el consumo inadecuado.

Así, el 48% apuntó la necesidad de recibir información sobre el consumo responsable; un 45%, sobre el alcohol y sus efectos; el 43% piden medidas para reducir el abuso; un 35%, una actitud menos permisiva por parte de sus padres, y un 32%, más controles de la policía.

"Los menores reclaman una mayor implicación por parte de la sociedad adulta y, especialmente, por parte de sus padres, profesores y medios de comunicación. Además, el 44% considera que la información que recibe en esta materia es insuficiente", señaló el director general de la Fundación Alcohol y Sociedad, Jaime Gil Robles.

"La educación y la información veraz son claras herramientas para la prevención del consumo de alcohol, capaces de cambiar hábitos. Además, un joven bien informado transmitirá a sus iguales lo que sabe", continuó.

Esta fundación es la responsable de la difusión del programa "Conductor Alternativo", puesto en marcha para conseguir que el joven que vaya a conducir durante un fin de semana "de marcha" no pruebe "ni una gota de alcohol" en toda la noche, para prevenir accidentes. Esta iniciativa, respaldada por la Dirección General de Tráfico, habrá formado a finales de este año a más de 700.000 jóvenes.