Pese a tratarse de una cifra muy elevada en un país de poco más de 300 millones de habitantes, el colectivo de norteamericanos sin cobertura médica cayó el año pasado en más de un millón, rompiendo una tendencia al alza de seis años.

Esa caída fue consecuencia del crecimiento de programas públicos de cobertura sanitaria, la mayoría de ellos centrados en los niños. Sin embargo, la cifra de personas cubiertas por seguros privados disminuyó.

Además, algunos expertos han advertido de que la cobertura sanitaria ha sufrido un empeoramiento desde finales de 2007, como consecuencia de la crisis económica, por lo que los datos facilitados por la Oficina del Censo subestimarían la realidad actual.

En Estados Unidos, las empresas no tienen que dar obligatoriamente cobertura sanitaria a sus trabajadores. La cobertura sanitaria sólo es universal entre los jubilados mayores de 65 años, a través del programa Medicare.

La universalización de la cobertura sanitaria será uno de los caballos de batalla de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, ya que el candidato demócrata, Barack Obama, la lleva en su programa.