En rueda de prensa en el Parlamento catalán, Arrufat se refirió así a la comparecencia de Mas ayer en la comisión de investigación abierta en la cámara sobre fraude y evasión fiscal.

Criticó que abusara de decir que no conocía la cuenta de su padre en Liechtenstein ni las prácticas de los hijos de su precedesor Jordi Pujol y que alegara que confía plenamente en los responsables de la tesorería de CiU, cuando a su juicio son muchas las evidencias de que hubo una financiación irregular.

“No se puede mirar para otro lado, no es propio de su responsabilidad”, le afeó el diputado de la CUP.

En esta línea, negó que el fraude fiscal de Jordi Pujol sea una cuestión personal que no le afecte, por jerarquía institucional y porque si su fortuna proviniera de las comisiones por contratos, aunque Mas dijo que desconocía su origen, el asunto pasaría a ser público. Por tanto, “preocuparse sólo de lo que le afecta a él no es propio de un presidente de la Generalitat”.

Arrufat criticó también que CiU considerara “extraño” llamar a declarar a Mas cuando CiU tiene seis casos de corrupción abiertos. Para él esa extrañeza es propia de “una cultura política de la corrupción que ha existido y seguirá existiendo si no la extirpamos”, y que se ha basado en el “amiguismo” y la “información privilegiada” en la contratación pública, aunque sean muy difíciles de demostrar con pruebas escritas.

Finalmente, el diputado de la CUP criticó también a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, por pedir la dimisión de Mas cuando ella misma era conocedora de los manejos de Jordi Pujol Ferrusola.

Según argumentó, así se desprende de la grabación de la conversación que mantuvo en el restaurante barcelonés La Camarga con la exnovia de aquél, Victoria Álvarez, que demuestra que Camacho tuvo acceso a la información, incurrió en encubrimiento y sólo la quiso utilizar políticamente.