Fuentes militares informaron a Servimedia de que el Gobierno español ha exigido de inmediato la puesta en marcha de una "investigación" para averiguar quién mató al soldado español, que tenía 36 años y era natural de Málaga.

Al parecer, el grupo terrorista Hezbolá atacó la frontera de Líbano con Israel mediante el lanzamiento de "30 granadas de mortero", a lo que el país vecino respondió con el uso de más material militar.

La causa exacta de la muerte del soldado, identificado como Francisco Javier Soria Toledo y perteneciente al destacamiento de Córdoba, no está clara y por eso España ha reclamado de inmediato una investigación para conocer la autoría del crimen.

Además, el Ejecutivo español ya ha puesto en marcha el procedimiento para repatriar el cuerpo del militar con rapidez y que "lo antes posible" pueda regresar a casa para recibir sepultura.