Lo hizo en un desayuno informativo en Madrid, donde también criticó a ETA por haber dejado pasar tres años desde el anuncio de renuncia definitiva al terrorismo. “Tres años depués se me hace muy dificil entender cómo se tarda tanto en proceder a un desarme como primer paso” confesó, detallando que el segundo sería el reconocimiento del daño injusto causado y el tercero la disolución.

En cualquier caso, al Gobierno español le criticó que se limite a exigir la disolución de la banda y “ni siquiera quiere saber nada sobre el desarme”. En esa línea, se preguntó en qué ha de consistir esa disolución, si en un simple anuncio sin garantía de que los terroristas van a entregar su arsenal.

Por ello, reiteró el Plan de Paz y Convivenciad el Gobierno vasco y su apuesta por un “final ordenado” de ETA, con un “calendario” claro que conduzca a “un desarme claro y total” verificado por agentes vascos e internacionales. Preguntado sobre si el final oficial de la banda podrá tener lugar este mismo año, el lehendakari dijo que en un año electoral “es muy difícil hablar de posicionamientos determinantes”, que en cualquier caso vería como “anuncios interesados”.

Sobre los presos etarras, y empleando términos de moda en la política actual, reclamó su “derecho a decidir libremente su propio estado” sin someterse a las directrices del colectivo o de la banda.

Y, en concreto, preguntado sobre el nuevo encarcelamiento de ‘Santi Potros’, reiteró la interpretación ya divulgada por el portavoz de su Gobierno, Josu Erkoreka, de que se ha debido a “injerencias” políticas que ya han denunciado jueces de la Audiencia Nacional, igual que otros del Tribunal Supremo lo hicieron sobre la doctrina a aplicar en la contabilización del tiempo que han pasado en prisión los terroristas en otros países.