El lehendakari realizó estas declaraciones durante su comparecencia en la Diputación permanente del Parlamento regional para explicar su "contrato social" anunciado el pasado 14 de enero.

Así, destacó que aquel encuentro "fue ordinario, una reunion de trabajo" y, dijo, "tengo la obligación de dar directrices y no tengo que pedir permiso a nadie". "No ha habido ningún intento de marginar al Parlamento vasco", aseveró.

Asimismo, dejó claro que el programa del Gobierno vasco "se basa en el programa electoral del PSE" y destacó que en la reunión del pasado enero "no plantee un nuevo programa, hice públicos los objetivos y líneas que desarrollan este programa".

De este modo, según destacó, el "programa social" pretende proponer las bases para un Euskadi de progreso, sostenible, solidario y competitivo "de ciudadanos libres sin enfrentar un modelo identitario a otro".

"Sentar las bases de la convivencia social de los vascos en un mundo cambiante, un contrato social entre vascos", así definió López su polémico programa social y apeló a la "corresponsabilidad" porque "todos somos responsables de nuestro futuro".

También López se refirió a ETA y aseguró que mientras ésta esté en activo "no tendremos plena libertad", por ello, dijo, "es una prioridad de gobierno y de país".

En este sentido, aprovechó para felicitar a la Ertzaintza por la operación del pasado martes que se saldó con la detención de cinco miembros de la banda pero reiteró que "acabar con ETA lleva una labor de desligitimación social, política y cultural".

La transferencia de las políticas activas de empleo, dijo López, es irrenunciable, y "se está negociando en base al estatuto a los acuerdos del Parlamento y a las bases del anterior gobierno".