En su segunda edición, este índice, que se centra en la capacidad de los países para gestionar el talento a través de la atracción, crecimiento y retención del mismo, otorga a España una puntuación de 51,25 puntos, situándose por debajo de la media global, que es de 57,13 puntos.

Así, el país se sitúa justo por debajo de países como Corea del Sur, Letonia, Chile, Eslovenia y Qatar. Por su parte, por debajo de España aparecen Eslovaquia, Arabia Saudí, Hungría y Portugal.

De entre los países europeos, España ocupa la posición 19 sobre 30, sólo por encima de Eslovaquia, Hungría, Portugal, Italia, Lituania, Polonia, Bulgaria, Croacia, Macedonia, Armenia y Grecia.

El aspecto que afecta de manera más negativa a España en el índice es el de los facilitadores, es decir, tener un marco regulador y de mercado adecuado que promueva la competencia, la innovación y los negocios.

Este estudio internacional sitúa a los países europeos entre los primeros puestos. De hecho, de los diez primeros, seis son del ‘viejo continente’, todos salvo Singapur, Estados Unidos, Canadá y Australia, que ocupan la segunda, cuarta, quinta y novena posición, respectivamente. Mientras que entre los 20 mejores sólo hay otros dos países no europeos: Nueva Zelanda (16) y Japón (20).

El primer puesto lo ocupa Suiza, el tercero es Luxemburgo, el sexto es Suecia, el séptimo es el Reino Unido, el octavo es Dinamarca y el décimo Irlanda.