En declaraciones a Servimedia, Ferrer señaló que, si se alcanzara ese millón de nuevos cotizantes a la Seguridad Social, España aún estaría “muy lejos del nivel de afiliación anterior a la crisis”.

En concreto, subrayó que en comparación con diciembre de 2008, cuando la crisis ya había comenzado, aún “faltarían cerca de dos millones de afiliados”.

Por esta razón, defendió que el objetivo planteado por Rajoy “no resolvería la crisis del empleo” y, por lo tanto, es “claramente insuficiente”.

Además, hizo hincapié en que, desde el punto de vista cualitativo, las altas a la Seguridad Social que contabiliza el presidente “no es empleo neto creado”, ya que estas nuevas afiliaciones estarían marcadas por “la temporalidad y la rotación en el empleo”.

Para el dirigente sindical, este incremento de la afiliación está “vinculado al aumento del empleo parcial”, por lo que asevera que “el hecho de que haya un millón más de afiliados no quiere decir que haya un millón más de empleo”.

En su opinión, para poder corregir los desajustes del mercado de trabajo es necesario que el Ejecutivo haga “una apuesta clara por mejorar la calidad del empleo y con salarios dignos”.