Corcuera calificó este informe de “brutal” y “muy duro”, ya que, según añadió, “pone en cuestión, por ejemplo, el criticado por nosotros aumento de la velocidad en autovías y autopistas a 130 km/h en una situación actual de repunte de la siniestralidad y aumento de los fallecidos en carretera”.

Además, censuró las “medidas estrella” puestas en marcha por la DGT como los nuevos test de drogas, ya que advirtió de que consumir “un jarabe para la tos” podría dar positivo, y señaló que el Consejo de Estado pone en duda la regulación de las bicicletas en las ciudades, con lo que cuestiona "casi todas las innovaciones que la DGT introduce en este reglamento”.

Corcuera subrayó que la última reforma de la ley de tráfico, que ampara jurídicamente el reglamento que el Gobierno quiere sacar adelante, se aprobó únicamente con los votos del PP y que el Consejo de Estado “pone en evidencia la nula voluntad de consenso” de la DGT en la reforma del Reglamento General de Circulación, al tiempo que destacó que existe “una guerra abierta” entre el Ministerio del Interior y Tráfico.