Unicef subrayó que al menos siete millones de niños refugiados y desplazados internos necesitan apoyo “de forma urgente” tras casi cuatro años de guerra en Siria. “Muchos siguen viviendo en edificios a medio construir o refugios inadecuados que los exponen a temperaturas bajo cero, grandes nevadas y fuertes vientos”, añadió.

La directora regional de Unicef para Oriente Medio y Norte de África, Maria Calivis, recalcó que, a pesar de las limitaciones de acceso y las condiciones climatológicas extremas, esta agencia de la ONU ha logrado “acelerar” su respuesta frente al invierno “con el fin de llegar al mayor número de niños posible”.“La contribución de nuestros aliados (ONG locales y gobiernos) ha sido esencial para hacerlo posible, incluso en estas difíciles condiciones”, apuntó.

En Siria, los suministros de Unicef han llegado a más de 350.000 niños y la distribución continúa por todo el país. Además, esta organización ha repartido bonos y otros productos a 200.000 menores en Líbano y trabaja para llegar a 478.000 en las próximas semanas.

Los kits de invierno y la ayuda en efectivo de Unicef ha beneficiado a unos 100.000 niños sirios refugiados y sus familias en campos y comunidades de Jordania, en tanto que la respuesta frente al invierno en Turquía ha llegado a unos 62.000 menores, entre ellos 22.000 de 3 a 11 años de la Kobane, ciudad fronteriza con Siria.

En Iraq, más de 200.000 niños de 100 zonas de difícil acceso y en altitud de Iraq han recibido kits de ropa de invierno de Unicef.

“Aunque importantes, estos logros no son nada comparados con el número de niños y familias cuyas vidas están siendo devastadas con todo lo que este terrible conflicto conlleva. Hacemos un llamamiento a nuestros donantes y colaboradores en todo el mundo para que donen generosamente y poder asegurar la continuación de este trabajo”, concluyó Calivis.