“El Juego de Peter”, al que se puede acceder desde web "www.cesal.org", tiene como protagonista a uno de los miles de niños haitianos que viven en la zona rural de Fonds Verretes, donde Cesal trabaja desde el año 2007. Según informó la ONG, este juego tiene como fin sensibilizar a los niños y adolescentes españoles sobre cómo viven y las decisiones que deben tomar en su día a día los niños haitianos.

Por otra parte, con la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Cesal ha organizado la exposición “Los protagonistas de Haití” que recorrerá diversas universidades y centros educativos andaluces y pretende ser un homenaje a los hombres, mujeres y niños que luchan cada día para hacer realidad su proyecto de vida.

A juicio de Cesal, cinco años después del desastre "muchas cosas han cambiado: la reconstrucción que empezó con gran ímpetu, está cambiando el rostro de la capital y el país, pero quedan muchos desafíos que afrontar".

Según indica la ONG en un comunicado, "en Haití está todo por hacer; las estructuras y servicios del Estado deben fortalecerse, pero a su vez debe disminuir la cultura de la corrupción entre los funcionarios y políticos". Cesal aboga por una cultura más participativa, transparente y solidaria debe llegar a cada rincón de la sociedad. Haití debe apostar por una educación de mayor calidad y más accesible, proteger sus recursos naturales, así como por fomentar la descentralización y apoyar la producción local.

“Es el momento de dar un paso decidido en Haití –indica Jordi Bach, director de CESAL Haití-: después de la reconstrucción física de casas e infraestructuras, es hora de la reconstrucción de lo humano, de intervenciones con un gran componente de fortalecimiento de la sociedad civil y educativo”.

Hoy hay más de 85.000 desplazados, 600.000 haitianos viven en condiciones de inseguridad alimentaria, y se registran más de 50.000 nuevas infecciones de cólera cada año. Todo ello en un contexto de grave declive económico: los indicadores de desarrollo del país siguen siendo bajos, incluso negativos, la mayoría de la población vive en situaciones de pobreza inaceptable y los derechos, ni siquiera los más elementales, están garantizados.