EL 44% DE LAS TRABAJADORAS DEL CAMPO NO COTIZA A LA SEGURIDAD SOCIAL, SEGUN EL ESTUDIO AGROFORM-98

- Sólo el 2,6% accede a la formación continua a pesar de que la mitad lo considera indispensable

MADRID
SERVIMEDIA

El 44,3 por ciento de las mujeres que trabajan en el sector agrario en España no cotiza a la Seguridad Social, según el el estudio Agroform-98, realizado pr la Confederación de Cooperativas Agrarias (CCAE) para la Fundación de Formación Continua (FORCEM) sobre necesidades de formación en el sector agrario español.

La situación de la mujer en el ámbito rural revela que un 77 por ciento de ellas dedican menos del 50 por ciento de su tiempo a la explotación agraria, un 56 por ciento tiene más de 55 años, el 30 por ciento son viudas o separadas y un 44,3 por ciento no cotiza a la Seguridad Social. Galicia y Asturias son las comunidades donde el índice de afliación femenina es más elevado.

El análisis de la situación socioeconómica de las mujeres en el ámbito rural refleja un aumento paulatino de la tasa de actividad de la mujer, aunque continúa siendo inferior a la de hombres rurales y la de mujeres urbanas.

El grupo mayoritario entre las ocupadas agrarias son las empresarias, aunque dirigen explotaciones pequeñas y poco rentables. El estudio destaca que cuanto mayor es la explotación, es menos probable que la dirija una mujer.

La segunda situción profesional más frecuente es la de la ayuda familiar. La vinculación típica de las mujeres a las explotaciones agrarias es a través del parentesco con el titular. A las 800.000 mujeres que recoge la EPA, habría que sumar todas aquellas que compaginan las tareas del hogar con la ayuda a la explotación y que no están sujetas a ningún contrato.

Las mayores posibilidades de empleo radican en la expansión de nuevos sectores de actividad y el autoempleo. La industria alimentaria y el turismo son los do sectores que ofrecen a las mujeres rurales mayores posibilidades de incorporación al mercado laboral, pero con bajos salarios y en precarias condiciones.

FORMACION

La educación de las mujeres en el campo, en general, es peor que la de las urbanas y la de los hombres rurales. Por ello, señala la CCAE, sus necesidades de empleo y formación son diferentes.

El deseo de recibir educación es mayor entre las jóvenes que entre los jóvenes o en el resto de las mujeres rurales, aunque la mayoría afirma ue les resulta difícil debido al cuidado de los hijos o a la falta de apoyo familiar. De todos modos, cada año se incrementa el número de mujeres que siguen formación continua, con un porcentaje similar al de hombres.

La cultura general aparece como su primera demanda, ya que un 52,8 por ciento de mujeres, con edades comprendidas entre 45 y 54 años, carece de estudios. En general, muestran una tendencia a realizar cursos cortos, que sólo les permiten acceder a empleos no cualificados.

A pesar de a alta valoración que conceden a la formación continua -el 50 por ciento la considera indispensable- solamente el 2,6 por ciento de las mujeres han seguido algún curso. El estudio destaca diferencias regionales: mientras que en el País Vasco el 3 por ciento no ha recibido formación, en Andalucía el porcentaje se eleva al 36,6 por ciento.

(SERVIMEDIA)
05 Mayo 1998
SBA