Pedro Sánchez presentó en rueda de prensa junto al secretario de Economía, Manuel de la Rocha, el decálogo de propuestas que expondrá el próximo 28 de enero al Grupo de los Socialistas en el Parlamento Europeo, y que lleva semanas hablando con varios líderes.

Además, será un asunto central en su inminente viaje a Estados Unidos, en el que tiene previsto verse con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y con los asesores económicos del presidente, Barack Obama.

Considera urgente articular una alternativa económica socialista en Europa, en un momento en el que se vuelve a cuestionar la irreversibilidad del euro coincidiendo con la situación en Grecia.

Dejó claro que para los socialistas españoles el proyecto del euro es "irreversible" y su apuesta es por la permanencia de Grecia en él. Sin embargo, mientras algunos "enseñan la puerta" a los países con problemas, aboga por "más unión, política, económica y social" para que los griegos sientan la solidaridad de los demás países y sus gobernantes se decidan a afrontar las tareas pendientes de modernización del país.

Los socialistas recuerdan que la mutualización de la deuda de la zona euro fue sugerida por los asesores económicos de la canciller alemana, Angela Merkel, y fue aprobada por el Parlamento Europeo, pero "ha desaparecido" del debate europeo, y quieren recuperarla como la mejor solución a las crisis de deuda.

Proponen crear un Fondo de Amortización de Deuda que emita eurobonos para mutualizar la parte de deuda de los países miembros que supere el 60% del PIB, límite establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Para "aliviar la carga" de Grecia y dar oxígeno a su economía en el corto plazo, sugieren facilitar el alargamiento de plazos y rebajas del tipo de interés en el pago de su deuda.

Sánchez se remitió a estas propuestas al ser preguntado de forma reiterada por si el PSOE respalda o no una quita de la deuda griega.

Ante la posibilidad de respaldar esa medida de flexibilidad también para España, subrayó que la situación de Grecia es "absolutamente diferente", ya que su deuda llega al 170% del PIB y se está financiando a tipos de interés "muy superiores", por lo que no son circunstancias "equiparables". Para España, el PSOE reclama mecanismos de renegociación y reestructuración de la deuda privada de familias y autónomos.

En su decálogo incluyen también el establecimiento de un presupuesto propio para la zona euro, gestionado por un Tesoro Europeo, alimentado inicialmente con recursos recaudados de los Estados miembros o vía impuestos específicos para la eurozona. Sugieren, por ejemplo, que los Estados cedan parte de la recaudación de un Impuesto de Sociedades armonizado a ese presupuesto comunitario.

Para reforzar los mecanismos de gobernanza democrática del euro proponen avanzar hacia una "unión política" del euro, y para consolidar la creación de empleo reclaman acelerar al máximo la aplicación del `Plan Juncker´ dando prioridad a los países con tasas de desempleo más elevadas.

Otro punto es complementar ese plan con uno específico de reindustrialización de la zona euro en la línea de lo que el PSOE cree necesario para España.

Ante el "evidente riesgo de deflación" que dificulta el desendeudamiento de los estados, de las empresas y de las familias, reclaman al BCE que cumpla el compromiso de mantener la inflación en el entorno del 2% articulando políticas monetarias expansivas.

Hace falta un euro más depreciado, argumentó Sánchez, para facilitar las exportaciones. También abogan por revisar el calendario y la senda de reducción del déficit público para no socavar el crecimiento de todos los países, especialmente de Grecia, e impulsar un plan de políticas activas de empleo, de dimensión y con supervisión europeas.

Finalmente, y ante la crisis humanitaria que se vive en Grecia y las desigualdades crecientes en otros países, entre ellos España, el PSOE pide un plan de lucha contra la exclusión social para rescatar a los 120 millones de personas en riesgo de pobreza en Europa.

"Apostamos por la unión y no por la separación", insistió Sánchez, que reprochó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ser "más activo" en el liderazgo de una alternativa económica de la que se beneficiarían especialmente los países del sur, entre ellos España.