Pedro Sánchez pide al PSOE "estar unidos más que nunca" para ganar las elecciones y que cada cual cumpla "sus obligaciones"
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El secretario general del PSOE, Pedró Sánchez, pidió este jueves a los socialistas que cumplan cada cual "sus obligaciones" y que estén "unidos, más que nunca" para ganar las elecciones, primero las autonómicas y municipales, y después las generales.
Sánchez intervino ante el plenario del Grupo Parlamentario Socialista a modo de inicio del curso político, y dejó claro que no pretendía recabar apoyo como secretario general ni tampoco "apoyaros", porque ambas cosas se presuponen "como el valor al soldado".
Aseguró que el horizonte electoral es "de esperanza" para el PSOE, porque frente a quienes dicen no tener pasado, los socialistas lo tienen repleto de ocasiones en las que "nos hemos enfrentado con los problemas de nuestro país".
Después de un año de "grandes esfuerzos de renovación", considera que "estamos en el camino adecuado" y que en 2015 es necesario "intensificar" la renovacion, la cercanía, la transparencia y la escucha a los ciudadanos. "Nadie puede negar que nuestro compromiso es sincero y palpable", aseguró, porque ni siquiera quienes se tienen por asamblearios celebran "una décima parte" de las asambleas que hacen los socialistas.
Con todo ello, sentenció, "estamos en condiciones de ganar" las elecciones y de poner fin al "azul monocolor" del que se tiñó España en 2011.
La primera batalla que tiene que afrontar el PSOE, explicó, es "la del relato" de la realidad entre una derecha que quiere "aprovecharse de la debilidad del cuerpo social para aplicar las políticas más reaccionarias" y una "extrema izquierda disfrazada de oportunismo ideológico" que ofrece a los ciudadanos "un salto al vacío".
Criticó a la derecha que reduce su discurso al "miedo" y ofrece a los ciudadanos "una suerte de o yo o el caos", y a la izquierda que se asienta en una especie de "cesto de ropa sucia al que tirar a todos" los partidos, sindicatos y asociaciones para "presentarse como paradigma de lo limpio, lo puro, lo casto" aunque a medida que se les conoce se comprueba que "estos de la casta no son tan castos".
Frente a unos y a otros, pidió hacer del PSOE "el partido de la esperanza, de los derechos para todos", que representa a la mayoría, a quienes menos tienen y también a las clases medias y trabajadoras.
Defendió también la reforma de la Constitución frente a un PP que dice preservarla pero aprueba recortes que la vulneran, y a quienes pretenden impulsar un proceso para "finiquitarla".
Ahora "nos define estar contra el otro", denunció, y algunos entienden por patriotismo el de "las cuentas corrientes en Suiza". En su lugar puso en valor la política que hicieron Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, Josep Tarradellas, Felipe González o Alfonso Guerra y pidió renovar de verdad el patriotismo constitucional y consagrar un nuevo pacto entre generaciones.
Aseguró que "como hijo de la transición" solo tiene palabras de agradecimiento a quienes la hicieron posible, y a los socialistas que proporcionaron a España "lo mejor que le ha pasado", especialmente a González y a Zapatero.
Homenajeó a quienes fueron víctimas del terrorismo, a quienes cada día se comprometen con el destino de sus vecinos desde su cargo público, y dedicó también palabras a Guerra, que no repetirá como diputado. Su fuerza, su compromiso y sus convicciones, aseguró, "seguirán inspirando lo mejor del socialismo de siempre".
Sánchez expuso lo que serán ejes de la oferta programática del PSOE, con un pilar esencial en la "economía de la igualdad" y en la creación de "buen empleo".
Precisó, en ese sentido, que se alegra por cada desempleado que encuentra trabajo, pero le preocupa que el Gobierno "se felicite" porque 350.000 ciudadanos tengan un empleo de menos de diez horas a la semana, o se muestre "satisfecho" por salarios que han retrocedido treinta años, o porque cada mes 300.000 desempleados pierdan su prestación. "¿Esta era la recuperación prometida por la derecha?", se preguntó.
Los socialistas, aseguró, "no nos resignamos a bajos salarios y pocos derechos" ni tampoco a tener una generación "perdida" de jóvenes y una "olvidada" de adultos en desempleo.
Tampoco a perder el Estado del Bienestar, y por ello garantizó también el compromiso del PSOE con la estabilidad presupuestaria, con el rigor de las cuentas públicas y con el pago de los intereses de la deuda, precisamente para que las prestaciones sociales no estén "a merced de la gracia electoral" de un partido u otro.
Sánchez se declaró partidario de combatir "algunas cosas que estaban ahí antes" de la crisis económica, como el individualismo extremo, el culto al dinero rápido, la cultura del esfuerzo cediendo a la del "pelotazo" o el "pillaje" de lo público, y por ello abogó por "un rearme moral de la vida política", por luchar "a muerte" contra la corrupción y por ser "ejemplares" desde la gestión.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 2015
CLC/pai