Bokova se mostró “horrorizada” por el ataque, que consideró “mucho más que una tragedia personal: es un ataque contra la prensa y contra la libertad de expresión”. “Mi pensamiento está con las familias de las víctimas y de los heridos”, agregó.

La directora ejecutiva de la Unesco recalcó que “la comunidad internacional no puede dejar que los extremistas siembren el terror e impidan la libre circulación de las opiniones y las ideas”. “Este acto nos mueve todavía más a trabajar juntos para procesar a los culpables. La Unesco está más decidida que nunca a proteger la prensa libre e independiente”, apostilló.

Por su parte, Al Hussein mostró su repulsa por el “atroz y despiadado” ataque a los trabajadores del semanario y a agentes de policía e instó a cualquier persona que tenga información que pueda ayudar a localizar a los autores del “horrible crimen” a ponerla en conocimiento de las autoridades francesas “antes de que se pierdan otras vidas”.

Ofreció sus “más sinceras condolencias al pueblo de Francia, especialmente a las familias, amigos y colegas de los que fueron fusilados a sangre fría en su oficina y de los que se encuentran gravemente heridos en el hospital”, añadió.

“La libertad de expresión y de opinión son una piedra angular de toda sociedad democrática. No se debe permitir que triunfen quienes tratan de dividir a las comunidades por religión, etnia o cualquier otro motivo. El imperio de la ley debe unirnos en pie contra esos actos de terrorismo. El imperio de la ley también requiere que detengamos y castiguemos a los responsables directos de llevarlos a cabo, planificarlos o actuando como cómplices de delitos específicos", apuntó.

Al Hussein se mostró “muy preocupado” ante el riesgo de que el atentado “sea aprovechado por extremistas de todo tipo” en un contexto de “xenofobia y sentimientos anti-inmigrantes en aumento en Europa”.