Según informó este martes la Dirección General de Tráfico (DGT), estas denuncias se enmarcan en el Plan Integral de vigilancia en Carreteras Convencionales, que se puso en marcha el pasado 12 de diciembre para reducir el riesgo de provocar y sufrir siniestros al volante.

Los datos de la DGT evidencian también que un total de 1.134 conductores han recibido denuncias por cometer más de una infracción.

Durante todo este mes, están circulando de forma intensiva vehículos equipados con radares móviles que van controlando la velocidad a la que se circula.

Igualmente, cuando se detecta a un conductor que circula a una velocidad superior a la permitida, se le para e identifica. También, si se considera necesario, se somete a los infractores a las pruebas de detección de alcohol y drogas y se les revisa la documentación para comprobar que tienen el permiso de conducir, la ITV y el seguro en regla.

La intensificación de la vigilancia en carreteras convencionales, indica la DGT, tiene como objetivo principal reducir el riesgo de sufrir o provocar un accidente, en una época del año en la que se incrementan los desplazamientos por carretera, tanto de largo como de corto recorrido y las celebraciones con familiares y amigos.

Solo el año pasado, apunta, 940 personas fallecieron y otras 4.099 resultaron heridas graves en accidentes de circulación ocurridos en este tipo de carreteras.

Finalmente, Tráfico recuerda que un conductor detectado con un exceso de velocidad puede ser sancionado con multas de entre 100 y 600 euros y con la pérdida de entre dos y seis puntos.

Si además se le sorprende habiendo ingerido alcohol por encima de lo permitido, la sanción es de 500 euros y pérdida de cuatro puntos. Y si es reincidente o dobla la tasa permitida, la multa es de 1.000 euros y y detracción de 6 puntos. La infracción por conducir habiendo consumido drogas es de 1.000 euros y seis puntos.

Además, estas conductas también pueden, según el grado, convertirse en delitos contra la seguridad vial, contemplados en el Código Penal con penas de prisión y privación del permiso para conducir.