Según informó la Policía, en el marco de esta operación se recuperados 24 animales y se intervenieron 52.000 euros en efectivo, dinero que los arrestados habrían obtenido con las apuestas.

Las peleas eran organizadas en una nave que contaba con una importante infraestructura, con jaulas para gallos, fichas de apuestas y ring para celebrar los combates, a los que podían asistir cerca de 100 personas.

Las investigaciones han permitido conocer que los arrestados, para que los gallos fueran más agresivos, les amputaban la cresta y les insertaban espolones de acero o hueso, además de doparlos.

ELEVADAS APUESTAS

De los 16 arrestados, 14 de ellos lo fueron como presuntos responsables de un delito contra la protección de la flora y la fauna. Algunas de estas personas provenían también de otras ciudades como Barcelona, Alicante o Madrid.

Los combates se realizaban en espacios cerrados y acondicionados al efecto y en ellos se tomaba parte mediante la apuesta de importantes cantidades de dinero. Estas apuestas provenían tanto de los dueños de los animales como de los espectadores o los propios organizadores.

En este tipo de contiendas clandestinas los animales son enfrentados uno contra uno durante un tiempo establecido en un ring fabricado especialmente para ello y en el interior del denominado "tentadero".