La Audiencia Nacional condena a 50 años al etarra Fuentes Villota por intento de asesinato de un policía en 1991

MADRID
SERVIMEDIA

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 50 años de prisión al etarra Raul Ángel Fuentes Villota, al que considera miembro del comando `Matalaz´, por el intento de asesinato de un policía al que trataron de colocar una bomba en el coche el 6 de junio de 1991, en la localidad vizcaína de Barakaldo.

En concreto, la Audiencia condena a Fuentes por delitos de atentado contra un miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en relación con la citada tentativa de asesinato, por el que le impone 20 años de cárcel. Le atribuye también delitos de pertenencia a banda armada (ocho años), tenencia de explosivos (12 años), tenencia ilícita de armas (diez años) y le absuelve del delito de depósito de armas de guerra.

El fiscal pidió durante el juico una condena de 54 años. El condenado declaró ante el tribunal que él no colocó la bomba en el coche del agente y esgrimió como coartada el hecho de que en ese momento se encontraba orinando en un jardín cercano.

Fuentes Villota llegó a estar en la lista de terroristas más buscados y permaneció huido durante 17 años fuera de España. Durante el juicio reconoció que el grupo de etarras con los que colaboraba tenía el propósito de colocar una bomba en el vehículo de un policía en esa fecha, aunque justo en el momento en que se realizó la operación él se encontraba miccionando en un jardín y no conocía con exactud lo que iban a hacer.

COMANDO MATALAZ

Antiguos compañeros suyos del comando `Matalaz´ aseguraron en sus declaraciones que Fuentes estaba integrado en el grupo y realizó labores de vigilancia, mientras otros eran los encargados de realizar las acciones.

La sentencia establece que el condenado se integró en ETA militar en 1990 y que a partir de 1991 comenzó a formar parte del comando `Matalaz´. Recibió cursos de manejo de armas de fuego y explosivos y les entregaron armas y material explosivo. Una de esa pistolas estaba en manos de Fuentes en el momento de ser detenido.

Tras identificar el objetivo y comprobar que no había vigilancia policial en la zona Germán Urizar, Jon Mirena San Pedro y el propio Fuentes se desplazaron a Barakaldo llevando en una bolsa de deporte el artefacto y portando cada uno su pistola. Cuando se dirigían al coche del agente contra el que pretendían atentar, fueron sorprendidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía que vigilaban la zona de incógnito.

Al oir el alto de la policía, Fuentes y sus dos compañeros, que ya han sido condenados por estos hechos, emprendieron la huida pistola en mano. Cuando fue alcanzado, dejó el arma sobre un coche y tuvo que ser reducido a la fuerza.

El tribunal sentenciador considera evidente que el propósito de los tres era “causar la muerte” al policía contra el que pretendieron atentar con la colocación de una bomba lapa cargada con más de dos kilos de amonal y un cartucho de `goma 2´.

La sentencia cuenta con el voto particular del magistrado José Ricardo de Prada que entiende que varios de las declaraciones judiciales y policiales deberían haberse declarado nulas tras dar verosimilitud a las denuncias de malos tratos y torturas formuladas por los encausados. Además, denuncia las dilaciones en el proceso contra Fuentes que pasó cuatro años en prisión provisional a la espera de juicio. Por todo ello, considera que la pena impuesta debería ser inferior a la acordada.

(SERVIMEDIA)
26 Dic 2014
SGR/gfm