El Rey aboga por cortar la corrupción “de raíz y sin contemplaciones”

- "Las conductas que se alejan del comportamiento que cabe esperar de un servidor público provocan, con toda razón, indignación y desencanto"

- "Necesitamos una profunda regeneración de nuestra vida colectiva"

MADRID
SERVIMEDIA

El rey Felipe VI abogó anoche por “cortar de raíz y sin contemplaciones” la corrupción, porque la honestidad de los servidores públicos es un "pilar básico" de la convivencia en una España “que todos queremos sana, limpia”.

En su primer mensaje de Navidad, el Rey no mencionó a la infanta Cristina, señalada por el juez José Castro como cooperadora necesaria en la comisión de dos delitos por parte de su marido, Iñaki Urdangarin. Sin embargo, dedicó la tercera parte de su discurso a hablar de la corrupción.

“Pocos temas como éste suscitan una opinión tan unánime. Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción. La honestidad de los servidores públicos es un pilar básico de nuestra convivencia en una España que todos queremos sana, limpia”, dijo el Rey al poco de empezar.

Reconoció que en España “estamos viviendo tiempos complejos y difíciles para muchos ciudadanos” y para el país en general. “La dureza y duración de la crisis económica produce en muchas familias incertidumbre por su futuro; la importancia de algunos de nuestros problemas políticos genera inquietud; y las conductas que se alejan del comportamiento que cabe esperar de un servidor público provocan, con toda razón, indignación y desencanto”.

Pese a la “seria preocupación social” generada por todo ello, el Rey pidió a los ciudadanos que no se dejen vencer por el pesimismo, por el malestar social o por el desánimo, y abogó por “afrontar con firmeza y eficacia las causas de esos problemas, resolverlos y recuperar el sosiego y la serenidad que requiere y merece una sociedad democrática como la nuestra”.

El Rey recordó su discurso del pasado mes de octubre en Asturias, cuando subrayó la necesidad de “referencias morales a las que admirar, principios éticos que reconocer, valores cívicos que preservar”, y se mostró partidario de “un gran inmpulso moral colectivo”. “Quiero añadir ahora que necesitamos una profunda regeneración de nuestra vida colectiva, y en esa tarea la lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable”.

RESPUESTA ANTE LA JUSTICIA

Subrayó, no obstante, que “los responsables de esas coductas irregulares están respondiendo de ellas”, lo cual demuestra el funcionamiento del Estado de Derecho, y que la gran mayoría de los servidores públicos desempeñan sus tareas con honradez y voluntad de servir a los intereses generales.

“Pero es necesario, también y sobre todo, evitar que esas conductas echen raíces en nuestra sociedad y se puedan reproducir en el futuro”, añadió el Rey en la primera parte de su mensaje televisado.

“Los ciudadanos necesitan estar seguros de que el dinero público se administra para los fines legalmente previstos; que no existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública; que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse; que no se empañe nuestro prestigio y buena imagen en el mundo”.

El Rey recuperó también la reflexión que hizo en su proclamación sobre los retos de cada tiempo político, que en este caso pasan por "seguir avanzando en nuestra convivencia política, paso a paso, adaptándola a las necesidades de nuestro tiempo. Poner al día y actualizar el funcionamiento de nuestra sociedad democrática y conseguir que los ciudadanos recuperen su confianza en las instituciones. Unas instituciones con vigor y vitalidad, que puedan sentir como suyas".

"Regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones" es, a juicio del Rey, uno de los grandes retos que debe resolver España en el futuro inmediato, y para ello trasladó un mensaje de confianza puesto que "tenemos capacidad y coraje de sobra".

(SERVIMEDIA)
25 Dic 2014
CLC/pai