El juez Pedraz envía a prisión incondicional a los cuatro yihadistas que captaban jóvenes en España
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El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decretado prisión incondicional para los cuatro yihadistas que captaban mujeres para luchar a favor del Estado Islámico en Siria, después de tomarles declaración a lo largo de la mañana de hoy.
Los cuatros, tres mujeres y un hombre, han pasado a disposición judicial tras la desarticulación de la red en una operación conjunta de España y Marruecos, para desarticular un grupo de captación de jóvenes yihadistas. El magistrado ha decidido la prisión en coincidencia con la petición del fiscal por el delito de integración en organización terrorista.
Tres de los investigados han respondido al interrogatorio y el cuarto se ha acogido a su derecho a no declarar y ha adelantado que responderá cuando se levante el secreto del sumario.
La operación policial fue dirigida y coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y en el transcurso de la misma se detuvo a cinco personas, cuatro de ellas mujeres, entre las que hay una menor, y se efectuaron seis registros domiciliarios en las ciudades de Barcelona, Ceuta y Melilla. También hubo dos detenciones en Marruecos.
En concreto, tres de las detenciones se practicaron en Melilla, una en Ceuta y la quinta, que corresponde a una mujer de nacionalidad chilena, en Barcelona. Otros dos hombres, los cabecillas de la red, fueron arrestados en la localidad marroquí de Castillejos.
La red desmantelada este martes en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Dirección General de la Vigilancia del Territorio marroquí ya había conseguido al parecer captar a una docena de mujeres para las filas del Estado Islámico en Siria o Iraq.
CAPTACIÓN
La captación se producía a través de las redes sociales y foros privados de WhatsApp, en los que se deslizaban mensajes sobre la “crisis de valores en Occidente” y se invitaba a las receptoras a “pasar a la acción” como verdaderas “guerreras yihadistas”.
La investigación policial ha puesto al descubierto una red compleja que actuaba a caballo entre España y Marruecos. A su cabeza se encontraban dos hombres detenidos en Marruecos, mientras los demás llevaban a cabo las tareas de reclutamiento.
La captación de las jóvenes constaba de varias fases, que comenzaban con un intenso proceso de radicalización a través de las redes sociales. Las reclutadoras difundían sus mensajes y se encargaban de filtrar las respuestas positivas de las destinatarias para seleccionar a las víctimas que pasarían a la siguiente fase.
De ahí se pasaba a los foros privados de WhatsApp, administrados por las reclutadoras activas, que las animaban a "pasar a la acción". En la fase final, y tras aplicar nuevos filtros de seguridad, las seleccionadas acababan teniendo un encuentro personal con los cabecillas, previo a su traslado a la zona de conflicto.
(SERVIMEDIA)
18 Dic 2014
SGR/caa