Durante su comparecencia ante la Comisión de Educación, Wert subrayó que de ningún modo esto supondría “sustituir” el sistema de Becas y Ayudas Generales al Estudio, que representa “el mayor instrumento de la Administración General del Estado para garantizar la igualdad de oportunidades” y “compensar desventajas”.

Según Wert, las declaraciones de la secretaria de Estado Montserrat Gomendio en este terreno “fueron malinterpretadas”, pues se entendió que hablaba de “sustitución” cuando en todo momento se refería a “complementariedad”.

Una vez establecida la prioridad de las becas generales como “mecanismo de compensación de desigualdades socioeconómicas”, es “perfectamente posible plantear la posibilidad de estudiar la utilización de préstamos en distintas modalidades (interés preferencial) como un complemento”, a fin de facilitar el acceso de algunos estudiantes que, aunque no se encuentran en la misma situación de desventaja que los becarios, sí puedan tener problemas, según explicó.

"Estamos en una situación especialmente delicada y debemos ser muy cuidadosos”, indicó, pues señaló que existen familias por encima de los umbrales de renta exigidos para las becas que tienen “mayores dificultades para que sus hijos accedan a la Educación Superior” a consecuencia de la crisis.

Los préstamos contingente serían una “solución” en estos casos, apuntó Wert, tras resaltar que no piensa modificar los límites que el Estado fija a las comunidades autónomas para que establezcan los precios de matrícula.

En este sentido, las portavoces del PSOE y de La Izquierda Plural, Angelina Acosta y Caridad García, respectivamente, pidieron explicaciones sobre la referencia a préstamos “contingentes”.

Según Acosta, muchas familias se están viendo con problemas a la hora de devolverlos. Wert negó tal posibilidad, puesto que los préstamos contingentes solo se devuelven, “y a un interés menor que el de mercado”, cuando se ha conseguido un trabajo y se ha alcanzado cierto nivel salarial, según afirmó el ministro. En Reino Unido “creo que eran 23.000 libras”, dijo, con lo que tal circunstancia no podría darse.

CRÍTICAS Al MODELO

Asimismo, Wert defendió las bondades del nuevo modelo de becas, que desde el curso 2012-2013 exige mayores requisitos académicos y hace depender la cuantía final de las ayudas del rendimiento y de la renta del alumno.

Indicó que el número total de becarios el curso pasado creció un 9% respecto al anterior, hasta situarse en los 317.000 beneficiarios, y “lo que es más importante”, la tasa total de perceptores de beca ha pasado del 18,7 al 22%.

En cambio, Acosta acusó a Wert de romper el principio de “considerar las becas como un derecho”, algo que calificó de “imperdonable”.

A su juicio, resulta “muy injusto que una familia con posibles pueda matricular a sus hijos con un cinco pelado y que los más desfavorecidos, no”. Ustedes han convertido las becas en un premio, al que acceden los más listos y que se acaba cuando termina la bolsa”, declaró.

Además, Acosta tildó de “galimatías” el sistema de cálculo de la parte variable de las ayudas, e insistió en que la subida de las tasas de matrícula “ha sido desorbitada”.

La misma idea expresó la diputada del PNV Isabel Sánchez, quien dijo a Wert que su departamento “sí puede influir en los precios públicos”, puesto que fija el límite máximo. “Su política ha conducido a grandes diferencias de precios para los mismos grados” entre comunidades, afirmó.

Wert insistió en que ello depende de las autonomías y alabó la decisión tomada por Cataluña, que ha optado por graduar las tasas en función del nivel de renta de las familias. Una cosa es que no se pueda elevar el umbral de las ayudas “sin límite” y otra “no tener sensibilidad”, concluyó.

También justificó la supresión de las Becas Séneca porque gobernar es priorizar” y había que garantizar las cuantías de las becas generales. “Creo que eran unas buenas becas, que por cierto instauró Mariano Rajoy”. Sin embargo, el último año ni siquiera se cubrió la oferta de 2.200, ya que solo se solicitaron unas 1.900, para lo que se dispuso una partida de 9 millones de euros.